John Galliano, exenfant terrible de la moda que fue despedido de Dior en el 2011 después de exabruptos antisemitas en un bar cuando estaba borracho, lleva un tiempo empeñado en redimir su imagen pública. Su último granito de arena, una sorprendente colaboración con un pequeño taller de costureras de la popular barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas, que le cosen al gibraltareño su nueva colección de ropa interior y deportiva. «Cuando nos preguntaron si queríamos coser para John Galliano pensé: ‘¿te estás quedando conmigo?’», explica en la edición sevillana de ABC Patricia, una de las empleadas de la empresa Occhiena (en la foto), creada hace cinco años por la fundación religiosa Don Bosco para formar y emplear a mujeres en riesgos de exclusión social y vulnerabilidad. Las costureras de Occhiena ya han confeccionado biquinis y ropa de baño para la marca británica Amaella, Velvette y una decena de diseñadores españoles. Su labor social y sus raíces andaluzas habrían sido determinantes para la elección por parte de Galliano,