Ni siquiera la amenaza de un grupo islámico, que pedía declarar a Rihanna persona non grata en Senegal, ha impedido a la diva de Barbados visitar el país, donde ayer se encontró con el presidente francés, Emmanuel Macron. Ambos participaron en una conferencia mundial sobre educación que se celebra en Dakar y que organiza la Alianza Mundial para la Educación, de la que Rihanna es embajadora. Esta oenegé tiene por objetivo garantizar la educación a los niños y niñas de los países en vías de desarrollo.

Rihanna tienen una relación de amistad con el presidente francés, así como con su esposa, Brigitte, desde que en junio pasado la cantante interpeló a Macron en Twitter sobre el compromiso de Francia con los fondos para la educación de los niños.

Fruto de este primer contacto, la pareja presidencial invitó a la artista al Elíseo, visita que se hizo realidad el 26 de julio, donde hablaron del modo de financiar la Alianza Mundial para la educación, organización que ayer les acogió en Dakar.