El sofá de Risto Mejide acoge este domingo (Cuatro, 21.30) a tres protagonistas de historias de lucha y supervivencia. Dos de ellos, María Belón y Carlos Páez, han visto sus vidas contadas en la gran pantalla (‘Lo imposible’ y ‘Viven’) y el tercero, Marta García, saltó a todos los medios por atreverse a romper en televisión con los prejuicios del cáncer.

María Belón, superviviente del tsunami del 2004 en Tailandia y protagonista real de la historia que recreó la película de J. A. Bayona, se reencuentra con Risto (ya apareció en 'Viajando con Chester' en el 2014) para advertir de un peligro real: laposibilidad de un gran maremoto frente a las costas atlánticas de Cádiz y Huelva. Belón es el altavoz de ‘La gran ola’, un documental que verá la luz próximamente en España.

“Después de un tsunami uno se empieza a informar, en qué zonas ocurren, qué pasa… -comenta-.Y a mí se me pusieron los pelos de punta cuando me enteré de que vivimos en un país donde las costas andaluzas, especialmente Cádiz y Huelva, han sufrido bastantes tsunamis. En España hay mucha gente preocupada porque esto se dé a conocer, que esto se sepa (…) Va a ocurrir, en tres años o en 80 (…) y lo bueno es que sepamos qué hacer si ocurre”.

Cuarenta y cinco años después de la tragedia de los Andes, Carlos Páez recuerda aquel mal trago en 'Chester in love'. En 1972, viajaba en el avión que transportaba al equipo uruguayo de rugby Old Christians a Santiago de Chile, un destino al que no llegaron. El aparato se estrelló en medio de la cordillera de los Andes, a 4.200 metros de altura. Solo sobrevivieron 28. Dos semanas después,una avalancha dejó el grupo reducido a 16. “Imagínate ese chico malcriado, consentido, caprichoso, que no servía para nada, que tenía niñera. Ese era yo -cuenta Páez-. Y me tocó protagonizar la historia más grande de supervivencia de toda la humanidad”.

La tragedia de los Andes, como fue conocida mundialmente, alcanzó cotas mediáticas extraordinarias por la terrible decisión que los supervivientes tuvieron que tomar para continuar con vida: alimentarse con la carne de sus compañeros muertos. “Cuando no quedó nada en la despensa y se lo dije a Nando, este me miró a los ojos y me dijo: ‘Carlitos, yo me como al piloto’ (…)", relata.

RAPADA EN LA TELE

Marta García, una joven periodista de 34 años, abrió los informativos nacionales al regresar a su puesto de trabajo como presentadora con la cabeza rapada tras superar un cáncer de mama. La presentadora y editora de los informativos del mediodía en 7TV Región de Murcia quiso mostrarse sin peluca en su puesto de trabajo para normalizar su situación, romper tabús y vencer el miedo a mostrarse tal cual en televisión. “Cuando el oncólogo me dijo ‘te tenemos que dar quimioterapia’, acto seguido mi pregunta fue: ‘¿Se me va a caer el pelo?’. En vez de decir si me va a doler, qué posibilidad de recaída, si hay algún órgano afectado o incluso voy a poder tener hijos en un futuro porque no tengo… Preguntas muchísimo más importantes… Y lo que dije fue, que si se me iba a caer el pelo”, admite Marta.