Carmen vive en una zona rural tranquila, Ousensa, en Vilanova de Arousa. Esta gallega de 74 años se sorprendió cuando vio a una mujer desconocida bajarse de un taxi frente a la puerta de casa, pero no le dio más importancia y siguió hablando con su nieta, que venía de recoger las notas.

Pero la historia dio un vuelco cuando Carmen vio la cancela abierta. Ni siquiera los perros le habían avisado de que ahí había pasado alguien. Fue entonces cuando vio en casa a la mujer que se había bajado del taxi hacía unos minutos.

No dudó en reprenderle su actitud. "Le pregunté qué me había robado y dijo que nada", explica en La Voz de Galicia. "Pero en el escote tenía unos pendientes que eran de mi madre. Ahora me falta uno", lamenta. Aunque sí pudo recuperar una cadena de oro de su marido.

Cerró la cancela y dijo claramente: "De aquí no te mueves". Tuvo que improvisar y encerrar a la ladrona con intención de llamar a la policía, algo que pudo hacer en cuanto llegó su hija, que escuchó los gritos de su madre.

Llegó la Guardia Civil y le explicaron lo que sucedió. Por lo que explican, la llamada 'A Cañona' tenía antecedentes y denuncias por hurto. "No ha robado más porque no ha tenido más tiempo". A las preguntas de los agentes, la mujer dijo que estaba buscando una casa de alquiler. "Se me ponen los pelos de punta", concluye.