“Última posición pero no me voy triste a casa. Me lo he pasado muy bien; he disfrutado muchísimo. No me lo esperaba, pero estoy bien. Creo que hemos hecho un trabajo muy bueno; para irse orgulloso”. Estas fueron las primeras palabras de Manel Navarro tras su farolillo rojo en Eurovisión, el quinto en la historia de TVE en el veterano y popular concurso musical. Ninguno de los 41 jurados profesionales le votaron, tan solo recibió 5 puntos del 'televoto' portugués.

Es la peor puntuación de un representante español en el certamen desde 1999, año en que la madrileña Lydia quedó última con un solo voto. El artista también fue noticia por el gallo que se le escapó durante su interpretación. "No sé qué ha pasado; la verdad es que no estaba nada nervioso. ¡Son cosas del directo! Cuando he bajado del escenario me he reído. ¡También es mala suerte que me haya pasado ahora, pero tampoco creo que haya que hacer un drama!”. De hecho, fue el mismo Navarro quien sacó hierro al asunto: cuando el festival ni siquiera había terminado, publicó en su perfil de Twitter la imagen de un gallo.

Portugal fue la otra cara de la moneda. Los portugueses consiguieron su primera victoria tras 49 participaciones en el certamen. Su mejor puesto había sido un sexto lugar, en 1996 con Lucía Moniz. Además, Salvador Sobral ganó batiendo elrécord de puntuación con una puesta en escena sin grandes alardes escenográficos, ni bailarines, ni coreografías, ni espectaculares efectos visuales durante su actuación. Apenas la imagen de un bosque muy al fondo, porque el artista quiso actuar en la pequeña plataforma instalada entre el público. Además, ganó con un tema interpretado en portugués.

Su victoria también pone en entredicho las críticas de que en Eurovisión los vecinos se votan entre sí: Portugal solo tiene uno (España). Sobral se siente artista y ya tuvo sus crisis con el mundillo cuando vio que el arte quedaba vampirizado por el 'show business'. Por eso, el sábado, tras ganar declaró que esta es "una victoria para las personas que hacen música que realmente significa alguna cosa. La música no son fuegos de artificio; ¡va sobre sentimientos!”.

MALESTAR 'EUROFAN'

El último lugar de Navarro vuelve a poner a TVE en el centro de mira de los seguidores españoles del festival. La elección del sabadellense ya fue polémica: Navarro había empatado a puntos con Mirela en la final de 'Objetivo Eurovisión', y a diferencia de otros años, en que el desempate lo había deshecho el público, esta vez fue el jurado profesional quien se encargó de hacerlo. La polémica se acentuó al descubrirse los vínculos profesionales que relacionaban al artista con uno de los miembros del jurado, el locutor de la cadena Los 40 Xavi Martínez. Tras el fiasco de este sábado, 13 de mayo, TVE podría cambiar la fórmula con la que elegir a su representante en el festival. La jefa de la delegación española en el concurso, Ana María Bordas, lanzó pelotas fuera cuando fue interrogada por la prensa tras el certamen: “Eso no me corresponde a mí decidirlo -respondió-. Ya lo hará la dirección de RTVE. Yo supongo que se hará un planteamiento de lo que hay que hacer”.

Pese al malestar de los 'eurofans', la retransmisión de la final del Festival de Eurovisión por TVE-1 volvió a ser un gran éxito de audiencia. Según los datos de audiencia de Kantar Media, facilitados por la propia televisión estatal, el certamen fue fue el programa más visto del sábado, con un 28,6% de cuota de pantalla y más de 4,4 millones de espectadores. La cifra representa 1,2 puntos menos de cuota, pero un total de 182.000 espectadores más, que la edición de 2016 (29,8% de cuota y casi 4,3 millones). La actuación de Manel Navarro logró el 'minuto de oro' del día: a las 22.19 horas congregó a más de 5,8 millones de espectadores(34,2%).