Atenas dijo no en febrero a la celebración de un desfile en la Acrópolis, y eso que Gucci ponía encima de la mesa dos millones de euros para la restauración del patrimonio arqueológico.

Finalmente ese desfile se celebrará el 29 de mayo es otro lugar histórico, la Galería Palatina del Palacio Pitti, en Florencia, la joya renacentista convertida en museo junto al Arno y a los jardines de Bóboli. La firma de lujo regresa a su ciudad natal, Florencia, donde nació en 1921 como una tienda de artículos de piel. Esta vez lo hará entre cuadros de Rafael, Tiziano y Botticelli.

El acuerdo se ha sellado esta semana entre Marco Bizzarri, presidente y CEO de Gucci, Dario Nardella, alcalde de Florencia, y Eike Schmidt, director de la Galería Uffizi, y va a significar el desembolso de 200.000 euros para el alquiler del espacio, y otros dos millones de euros que irán destinados a la restauración de los jardines de Bóboli, los 45.000 metros de zona verde que pertenecen al Palacio Pitti de Florencia y otra de las atracciones de la ciudad.