Para muchos amantes de los tatuajes de Castellón, los tattoos no son simples marcas o dibujos que decoran su piel. Son mucho más. Suponen la fijación de un recuerdo, la plasmación de un deseo o impulso de vida, el homenaje a un ser querido… un elemento que acompaña allá donde vas o recuerda quien eres, que impulsa o representa una filosofía de vida.

Desde ahora todos estos conceptos y sentimiento ya no solo podrán materializarse en una imagen, sino que también podrán grabarse en el cuerpo en sonido. Los tatuajes ya no se limitan a decorar la piel, sino que también emiten música y otros sonidos, gracias a un proceso tan insólito como relativamente sencillo.

La ciencia avanza a pasos agigantados, y en este caso ha sido un tatuador estadounidense al que se le ha encendido la bombilla del ingenio.

La idea de Siggard se materializó en forma de app móvil. El tatuador tuvo la capacidad de desarrollar una aplicación que permite transformar cualquier sonido, voz o melodía en una onda sonora. Con la imagen que proporciona el dispositivo, el tatuador crea una composición en la piel y la misma aplicación que ha permitido generar esa onda sonora es capaz de leerla.

De esta forma, cada vez que se abre la app y se acerca el smartphone al tatuaje, este detecta el contenido y reproduce los sonidos que cada persona ha querido almacenar en la piel para la posteridad. De esta forma, por ejemplo, se puede tener para siempre la voz de un ser querido o el recuerdo de una canción que ha supuesto algo importante en nuestra vida.

Ya son varios los que lo han probado y hay quien ha decidido grabar para siempre en su piel las voces de sus hijos, gracias a esta aplicación que decodifica las ondas sonoras.

Los trazos de estos tatuajes tienen que ser extremadamente precisos. En Algeciras, la tatuadora Maro es la única audiotatuadora de España, aunque en el mundo ya resuenan los brazos con los consejos de la abuela, las piernas con las risas de bebé o las espaldas con fragmentos de canciones…

Hasta un minuto de audio puede llevar cada uno consigo, en donde caben canciones, palabras, maullidos, aullidos... Todo para estar tatuados, no a todo color, sino a todo sonido.