Venezuela es uno de los países señalados en el informe por afrontar «una de sus peores crisis de derechos humanos en la historia reciente». Amnistía Internacional señala que la situación política del país sudamericano es «caótica» y denuncia que la población sufre «una crisis de suministros alimenticios y médicos en deterioro que lleva a miles de ciudadanos a protestar».

Uno de los «campos de batalla» clave es la libertad de expresión, en un momento en el que «líderes prominentes están dispuestos a promocionar noticias falsas para manipular la opinión pública», según explica el informe. Los mayores «carceleros» de periodistas en el 2017 fueron Turquía, Egipto y China, donde el premio Nobel Liu Xiaobo «murió tras haber sido encarcelado por criticar al Gobierno».

El informe anual de AI alerta de que millones de personas en todo el mundo se enfrentan a un acceso cada vez más precario a la vivienda, la comida y la sanidad, una situación que si no se afronta desde su base tiene «un enorme potencial para una agitación social aún mayor». «Desde Venezuela hasta Irán, estamos siendo testigos de una formidable extensión del descontento social», apunta el documento.