El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, ha anunciado este jueves que ha prohibido las relaciones sexuales de ministros con subalternos, una medida que surge tras el escándalo protagonizado por el viceprimer ministro, Barnaby Joyce.

"Hoy añadí a las normas (ministeriales) una disposición clara e inequívoca: los ministros, sin importar si son casados o solteros, no pueden mantener relaciones sexuales con el personal. Hacerlo constituirá una violación de las normas", ha dicho el gobernante, líder del Partido Liberal.

"Error de juicio"

"No estoy aquí para predicar moral", ha añadido el mandatario a los periodistas en Camberra, aunque ha afirmado que hay que "reconocer que es inaceptable en el 2018 que un ministro tenga relaciones sexuales con alguien que trabaja para él".

Turnbull ha opinado que Joyce cometió "un error de juicio contraproducente", en referencia a su relación con su exasesora de prensa Vikki Campion, con quien espera un bebé, y que destapó la prensa la semana pasada.

Conservador y rural

Joyce, líder del Partido Nacional, aliado tradicional del Partido Liberal, se separó en el 2017 de Natalie Abberfield, con quien se había casado en 1993 y tiene cuatro hijos. Ese mismo año se destacó como defensor de los valores de la familia durante la campaña para la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo.

La forma en la que Joyce, de 50 años, ha llevado su relación con Campion, de 33, y la ruptura de su matrimonio ha sido cuestionada por algunos miembros del Partido Nacional, que le reprochan daños en la imagen de una formación que representa al sector conservador y rural.

El Senado australiano ha aprobado una moción simbólica que pide la renuncia de Joyce.