Alexandre Benalla, el excolaborador del Elíseo que ha provocado el escándalo que ha alcanzado a todo el ejecutivo francés, empezando por el presidente Macron, ha admitido en una entrevista a Le Monde haber "cometido un error" al golpear a un manifestante en la manifestación del Primero de Mayo. Benalla acudió a esa marcha en su día libre y llevaba indumentaria policial sin ser agente de la autoridad.

"Tengo la sensación de haber cometido un gran fallo, un error. (...) Nunca debería haber asistido a esta manifestación como observador, tal vez habría debido quedarme atrás", ha afirmado. Benalla también ha dicho creer que este caso ha "servido" a aquellos que quieren "perjudicar al presidente de la República".