El grupo alemán BMW sigue mirando hacia Estados Unidos. La compañía, que registró un récord de ganancias y facturación en el 2016, sitúa el mercado norteamericano como uno de sus pilares, en un momento en que crece la tensión con el nuevo presidente del país,Donald Trump, por la construcción de una fábrica en México que tiene en marcha la multinacional.

En la presentación de resultados anuales que tiene lugar en su sede central en Múnich, la compañía ha calificado su fábrica estadounidense de Spartanburg como "un pilar de la red de producción". De hecho, esa factoría es la más grande de BMW con una capacidad que se está ampliando hasta 450.000 vehículos. En el 2016, BMW vendió 460.398 vehículos en Norteamérica, lo que sitúa ese mercado como el tercero más importante para la compañía después de Europa y Asia.

VISITA A TRUMP

La compañía tiene previsto invertir unos 2.000 millones de euros en la región de México y Norteamérica, de los que la mayor parte irá destinada a la nueva planta de San Luis de Potosí.El grupo ha ratificado sus planes de abrir la planta en el 2019. La llegada de Trump a la casa Blanca ha pillado a BMW en plena construcción de la nueva fábrica, que tendrá una capacidad para 150.000 vehículos. El presidente de BMW, Harald Krüger, formó parte de la delegación alemana encabezada por Angela Merkel que se runió la semana pasada con Trump para intentar limar asperezas.

El grupo BMW sacó provecho en el 2016 del tirón del segmento 'premium' del mercado automovilístico mundial al registrar unas cifras récord en su historia. El beneficio neto alcanzó los 6.910 millones de euros, lo que supone un incremento del 8%. Los ingresos de todas las marcas de BMW sumaron 94.163 millones de euros, un 2,2% más que en el 2015.

OFENSIVA ELÉCTRICA

Con estos resultados, la elevada rentabilidad que supone y 2,2 millones de vehículos comercializados, BMW ha presumido de que es la primera marca en el segmento 'premium', en el que compite principamente con las también alemanas Audi, Porsche y Mercedes.

En un momento en que todavía dura la resaca del 'dieselgate' causado por Volkswagen y en que aumentan las exigencias de la Comisión Europea para reducir las emisiones, BMW quiere dar este año un nuevo paso en su estrategia de electrificación de su flota de vehículos con la venta por primera vez de 100.000 unidades propulsadas por baterías en un solo ejercicio. En el 2016, BMW vendió 62.000 coches eléctricos. Las previsiones del grupo apuntan a una cuota de vehículos eléctricos sobre el mercado total situada entre el 15% y el 25% en el 2025.