Evo Morales se vio frente a una estatua suya en la que parece señalar el camino de la victoria con el dedo de una mano y dibujó una sonrisa complacida. Pero luego no pudo contener las lágrimas ante los campesinos que lo vitorearon a las puertas del Museo de la Revolución Democrática y Cultural en el que abundan otras imágenes del presidente boliviano. Las instalaciones fueron inauguradas en Orinoca, su pueblecito natal, a 438 kilómetros de La Paz. La oposición no cree que se trate de un espacio dedicado a rememorar el proceso de lucha de ese país desde su independencia: lo ve como una edificación del culto a la personalidad del hombre que llegó al poder desde una comunidad cocalera y quiere seguir gobernando más allá de 2019 aunque por ahora tenga impedimentos constitucionales.

El expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) lo calificó de “un monumento a la auto glorificación personal” de su rival. “¿Cuantos días al año pierde el presidente alimentando su ego? ¿Quién se beneficia? ¿Sobran los recursos?”, se preguntó el empresario yexcandidato presidencial, Samuel Doria Medina.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, salió al cruce de esas interpretaciones y dijo que el museo no “no es para ensalzar la figura del presidente, sino para enseñar la historia a las nuevas generaciones, a nosotros mismos y al mundo”. Romero también defendió su instalación lejos de la capital política del país. “Probablemente para alguien no tiene mayor significado Orinoca, pero para el mundo indígena andino, especialmente, tiene un valor teológico, casi divino. Tiene un valor de concentración de energías, donde nace un líder para dirigir la revolución más grande que ha existido en Bolivia”, explicó. El gobernador de Oruro,Víctor Hugo Vásquez, consideró a este nuevo espacio “la síntesis histórica de la resistencia de los pueblos de América y el Caribe".

SIETE MILLONES DE DÓLARES

Las instalaciones han tenido un coste aproximado de 7,1 millones de dólares y se dividen en tres módulos que representan a un puma, un armadillo y una llama, animales considerados sagrados en las culturas andinas. Abundan en sus salas los regalos que recibió Morales desde 2006, así como numerosos símbolos y atributos de las culturas originarias."No es para la oligarquía, no es para los racistas,es para la gente que forma parte de nuestro querido país”, dijo elvicepresidente Álvaro García Linera.

Las puertas del museo se abrieron oficialmente en la tarde del jueves con Morales como maestro de ceremonias. “Desde mi pueblo, desde la tierra que me vio nacer, este pueblo que me ha criado, este pueblo que me ha cuidado, les digo muchas gracias… seguiremos trabajando”, dijo, con la voz quebrada. “Con seguridad esta fecha se marcará en la historia de Bolivia. Solo quiero decirles que el museo es patrimonio del Pacto de Unidad y de todos los movimientos sociales que lucharon por la liberación de nuestro pueblo”, añadió.