Tres soldados turcos han resultado muertos y otros 11 han sido heridos este jueves durante un bombardeo erróneo de la aviación rusa en el norte de Siria. Tras el incidente, el presidente ruso,Vladímir Putin, ha hablado por teléfono con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien ha expresado sus condolencias y ha subrayado la necesidad de mejorar la coordinación militar en el país árabe.

El ataque tuvo lugar en las proximidades de la localidad de Al Bab, el último feudo en manos del autoproclamado Estado Islámico en la provincia de Aleppo. La población se halla completamente rodeada: en el norte, se han posicionado fuerzas turcas y grupos rebeldes apoyados por Ankara, en el sur, se acercan las fuerzas leales al régimen de Bashar el Asad. Informaciones difundidas por Reuters hablan de que los barrios del oeste de esta ciudad se hallan ya en manos de las milicias insurgentes proturcas, y que éstas continuaban su ofensiva en el interior del casco urbano.

ACTUACIONES CONJUNTAS

Desde enero, la aviación rusa y la turca bombardean conjuntamente objetivos de Estado Islámico en esta región, en una trascendental batalla que dura ya más de tres meses. Con esta ofensiva, Ankara no solo pretende combatir a las huestes ultrarradicales y alejarlas de su frontera, sino también contener el posible avance de las milicias kurdas, a las que percibe como amenaza, e impedir la continuidad territorial de los feudos que éstas controlan en el norte sirio.

Todos los observadores descartan que lo sucedido pueda empañar la alianza fraguada por Ankara y Moscú en Siria. De hecho, durante el diálogo entre Erdogan y Putin, ambos mandatarios acordaron impulsar las conversaciones entre gobierno y oposición que patrocinan, cuya última ronda negociadora se celebró en Astaná (Kazajístán).

La cercanía turca con las tropas del régimen sirio incrementa el riesgo de estalle un conflicto entre ambos ejércitos; Damasco pretende de esta forma marcar territorio y frenar la penetración en territorio sirio de Turquía y sus aliados del Ejército Sirio Libre, su gran enemigo desde el inicio de la contienda.