El llamado efecto Schulz parece haberse convertido en un espejismo para los socialdemócratas. Así se ha confirmado en las elecciones regionales que ha celebrado este domingo el estado deSchleswig-Holstein, al norte de Alemania, en los que el SPD ha visto como la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkelles ganaba de nuevo la partida. Según la previsión hecha pública por el canal ZDF, los conservadores obtendrían el 33% de los votos, con una mejora del 2,2%, mientras que los rojos caerían un 4,2% hasta el 26,2%. “Es un día amargo para nosotros”, ha confesado el vicepresidente del SPD Ralf Stegner.

La caída socialdemócrata dificultará aún más a su jefe de filas, el actual ministro-presidente Torsten Albig, formar una coalición que le permita seguir gobernando. Para mantenerse en el poder y evitar así que los democristianos tomen el control de Schleswig-Holstein, elSPD solo puede formar un tripartito con Los Verdes, que han obtenido un 13,3% de los votos, y los liberales del FDP, con un 11,5%. La caída del partido de la minoría danesa de la región, el SSW, imposibilita a los socialdemócratas reeditar el tripartito con los ecosocialistas que les llevó al poder en 2012. La CDU también podría intentar un gobierno a tres bandas o una alianza verde como ya ha hecho en Baden-Württemberg.

GOLPE AL EFECTO SCHULZ

Pero más allá de su carácter regional estas elecciones se leen en toda Alemania como un preludio al choque de trenes entre Merkel ySchulz que se prevé para las generales del próximo 24 de setiembre. El pasado enero, la presentación del expresidente del Parlamento Europeo como nuevo líder y candidato a la cancillería del SPDrevolucionó el cómodo tablero político alemán y dio alas a un partido que parecía condenado a los peores resultados de su historia.

Pero aunque las encuestas apuntan a una ajustada lucha electoral hasta la fecha los resultados no han acompañado a los de Schulz. Después de que el pasado 26 de marzo la CDU consolidase su victoria en el Sarre frente a un SPD en caída, los resultados en Schleswig-Holstein son otra bofetada a las aspiraciones socialdemócratas. Los resultados de las elecciones del próximo domingo en Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania y el último test electoral antes de las generales, serán esenciales para calibrar el estado político del país. Con un 2 a 0 en el marcador, los de Schulz necesitan mejorar sus cifras.

ENTRA LA ULTRADERECHA

Más allá de su reciente crisis interna, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha obtenido un 5,6% de los votos, un resultado que le permite entrar por los pelos en su duodécimo parlamento regional. A pesar de que las otras formaciones han rechazado cualquier acuerdo para colaborar con los euroescépticos antinmigración, los resultados son un nuevo éxito para AfD y para la normalización de su discurso.