Cinco diputados del Partido Paz y Democracia (BDP), prokurdo, y el alcalde de la ciudad de Diyarbakir han anunciado que se suman desde este sábado a los aproximadamente 700 presos kurdos que se encuentran en huelga de hambre para pedir un mayor respeto para los derechos de la minoría kurda y mejoras en las condiciones de encarcelamiento del líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Öcalan.

A ellos, que llevan dos meses sin ingerir alimentos sólidos, se suman ahora los diputados Aysel Thluk, Sirri Süreyya Önder, Sabahat Tuncer, Adil Kurt y la copresidenta del BDP y también diputada Gülten Kisanak, además de Osman Baydemir, alcalde de Diyarbakir, la ciudad más importante del sureste turco de mayoría kurda.

Los seis políticos se han instalado en el Ayuntamiento de Diyarbakir para denunciar que el Gobierno no ha tomado absolutamente ninguna medida para permitir el fin de la huelga de hambre de los presos. Otros dos diputados del BDP, Emine Ayna y Özdal Üçer, ya se unieron a la protesta el pasado jueves.

Kisanak ha explicado que solo pondrán fin a su huelga de hambre cuando hagan lo propio los presos. "De lo contrario, estamos decididos a seguir adelante y llegar hasta el final", ha afirmado en declaraciones recogidas por la edición digital del diario turco 'Today's Zaman'.

El comunicado emitido el viernes por el BDP y suscrito por Kisanak y Selahattin Demirtas asegura que hay 707 presos, la gran mayoría kurdos, en huelga de hambre desde hace casi 60 días y que la protesta "ha tomado una nueva dimensión desde el 5 de noviembre, cuando se unieron 10.000 presos más de 72 cárceles".

"Apoyamos esta legítima resistencia y las demandas (de los huelguistas), ya que es por lo que hemos venido luchando desde hace años", ha indicado el BDP en un comunicado. En concreto, los huelguistas reclaman el derecho a que la educación sea en kurdo, poder utilizar el kurdo en los procesos judiciales y el fin del aislamiento del líder del grupo terrorista PKK, Abdulá Öcalan.