Una gran confusión reinaba ayer en Dapchi, en el noreste de Nigeria, donde estallaron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y sus habitantes, que reclamaban noticias sobre la suerte de decenas de niñas estudiantes desaparecidas el lunes tras un ataque de Boko Haram a un instituto femenino de la ciudad.

El Ejército de Nigeria informó el miércoles que había rescatado a parte de las casi 100 niñas desaparecidas tras la acción bélica del grupo yihadista. Sin embargo, el gobernador del estado de Yobe lo negó y explicó a los padres de las niñas que no habían sido «rescatadas» por el Ejército.

Se desconocía todavía ayer si estas niñas habían llegado a ser secuestradas por los yihadistas o se habían perdido en los bosques cercanos huyendo del ataque de Boko Haram.

El presidente del país, Muhamadu Buhari, envió un mensaje de apoyo a las familias de las niñas y ordenó al Ejército que actuara para encontrar a todas las desaparecidas, aunque padres y testigos que informaron a la agencia Reuters sobre la desaparición de las jóvenes lo hicieron bajo condición de anonimato, y señalaron haber sido advertidos por las autoridades nigerianas de que no revelaran la desaparición.

Ante las noticias contradictorias sobre la suerte de las chicas, varios jóvenes encolerizados levantaron barricadas en Dapchi e incendiaron neumáticos en las carreteras al paso del coche del gobernador. Varios vehículos fueron alcanzados por el lanzamiento de piedras, mientras la policía perseguía a la multitud.

El ataque lo perpetraron milicianos de Boko Haram llegados a la ciudad ese mismo día por la noche en camiones, armados con armas pesadas y con uniformes de camuflaje, y disparando al aire.

El asalto contra este instituto femenino, al que asisten 889 estudiantes, reavivó los temores entre una población que tiene muy presente el secuestro de más de 270 niñas por parte de Boko Haram en Chibok, en el estado vecino de Borno, en el 2014.