Los conservadores de la primera ministra británica, Theresa May, han perdido la mayoría absoluta, según el recuento oficial de votos de las elecciones generales del jueves en el Reino Unido.

Conocido el resultado de 632 circunscripciones del país de las 650 que componen la Cámara de los Comunes, el Partido Conservador ha obtenido 308 escaños, lo que matemáticamente le impide alcanzar los 326 diputados necesarios para obtener la mayoría absoluta.

El Partido Laborista de Jeremy Corbyn obtiene 257 escaños, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) 34 y los liberaldemócratas logran 12.

Con estos resultados el Reino Unido tiene lo que se conoce como un Parlamento "colgado", en el que ninguna formación ha obtenido la mayoría absoluta y no podrá gobernar en solitario, para lo que necesitará el apoyo de otros partidos.

En el momento de la disolución del Parlamento en mayo, los "tories" tenían 330 escaños, frente a los 229 del Laborismo.

La líder conservadora convocó el pasado 18 de abril elecciones anticipadas cuando su formación llevaba una ventaja de casi veinte puntos a los laboristas de Corbyn.

Sin embargo, en el tramo final de la campaña electoral, los laboristas consiguieron estrechar considerablemente esa brecha.

Cuando adelantó estos comicios, que debían celebrarse en 2020, May dijo que buscaba ampliar la mayoría en los Comunes a fin de contar con un mandato fuerte en las negociaciones con Bruselas sobre la salida del Reino Unido de la UE.

Sin embargo, su apuesta no dio sus frutos y ahora los conservadores tendrán que decidir los pasos a seguir.

El probritánico Partido Democrático Unionista del Ulster (DUP), que ha sacado diez escaños de los 18 que tiene Irlanda del Norte en la Cámara de los Comunes, ya ha manifestado su intención de ofrecer ayuda a Theresa May para formar una coalición.

Como los conservadores han obtenido el mayor número de escaños, les corresponde a ellos tratar primero de formar Gobierno, pero, de no conseguirlo, May debería dimitir.