La Policía turca detuvo hoy por órdenes de un tribunal de Ankara a tres altos diplomáticos turcos por su supuesto apoyo del fallido golpe de Estado el pasado 15 de julio, informó la agencia semioficial de noticias Anadolu.

Entre los detenidos destaca Gurcan Balik, exasesor de política exterior del antiguo presidente Abdullah Gül (2007 a 2014), mientras que los otros dos son el exembajador turco en Canadá Tuncay Babali, y exembajador turco en Costa Rica Ali Findik.

Los tres son acusados de pertenecer a la red del predicador conservador Fethullah Gülen, exiliado en Estado Unidos, al que el gobernante partido islamista AKP culpa del intento golpista, algo que éste niega.

Balik no solo trabajó para Gül, sino también para Ahmet Davutoglu, ministro de Asuntos Exteriores entre 2009 y 2014, y primer ministro entre 2014 y mayo de este año.

Según informa el diario Hürriyet en su edición electrónica, Balik organizó en 2013 una reunión en Estados Unidos, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, entre Gülen y Davutoglu, entonces ministro de Asuntos Exteriores.

Tanto Gül como el entonces primer ministro y ahora presidente, Recep Tayyip Erdogan, sabían del encuentro que se celebró en la mansión del exiliado predicador.

La misión de Davutoglu era convencer a Gülen de volver de Estados Unidos a Turquía.

Tras el intento golpista de julio el Gobierno turco ha lanzado una purga en el Ejército, la administración pública, la educación y en la Justicia para detener a supuestos seguidores del predicador.

Según la prensa turca, Balik es el primer responsable político cercano a la cúpula del AKP detenido por estar supuestamente relacionado con el intento golpista.

Los tres detenidos hoy deberán permanecer en la cárcel hasta el inicio de su juicio en un Tribunal de Ankara.