Diez personas murieron y otras 16 resultaron heridas ayer en Toronto después de que un individuo subiera con una furgoneta blanca de alquiler a una acera en la calle Yonge, una arteria principal en el norte de la mayor ciudad de Canadá, y arrollara a los peatones. El número dos de la policía municipal, Peter Yuen, confirmó la cifra de víctimas en el atropello múltiple, del que por ahora se desconocen los motivos. El sospechoso, que se dio a la fuga, fue arrestado y se encuentra bajo la custodia policial.

Las autoridades hablan de una «terrible tragedia», pero no señalan oficialmente al terrorismo como causa y Yuen adelantó que «esta va a ser una investigación compleja». El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Ralph Goodale, dijo por su parte que por ahora se considera que no hay motivos para elevar el nivel de alerta de amenaza terrorista.

Los hechos comenzaron poco antes de las 13.30 horas (19.30 en España). Según varios testigos, el sospechoso subió la furgoneta a la acera y empezó a atropellar peatones: «Circulaba a unos 60 ó 70 km/h. Cualquiera en su camino volaba por los aires».