Gambia espera la llegada del nuevo presidente del país Adaman Barrow despúes de la marcha al exilio del ex presidente Yahya Jammeh, que después de seis semanas de crisis interna, ha cedido finalmente a las presión militar y diplomática para que abandonara la presidencia. Jammeh emitió un comunicado en la noche del sábado, emitido por la radio y la televisión, en el que explicaba su renuncia, después del ultimatum recibido por parte de la Comunitat de Estados de África Occidental y por la presión militar de este bloque de países, que envió el viernes pasado una delegación para negociar con Jammeh.

El pasado diciembre, cuando fue derrotado en las urnas, Jammeh rechazó los resultados e impidió el acceso al poder de Adama Barrow. El nuevo presidente, refugiado en Senagal, ha jurado el cargo en la embajada de Gambia en Dakar, y su llegada al país para forma gobierno es inminente.

En Banjul, capital de Gambia, las manifestaciones espontáneas de alegría se han producido durante toda la noche, tras la marcha de Jammeh, que ha dirigido el país con mano de hierro durante más de 22 años. Jammeh había dejado de contar con el respaldo del ejercito, que se ha ido desmoronando sin necesidad de disparar un solo tiro: los comandantes en jefe de los tres principales batallones del país, acuartelados en Yundum, Faraja y Farafenni, están desaparecidos desde el jueves por la noche. El propio jefe de las Fuerzas Armadas, el general Ousmane Badjie, celebró la investidura de Adama Barrow en las calles de Banjul junto a cientos de personas, y manifestó su lealtad al nuevo presidente este mismo viernes. Jammeh estaba cada vez más solo.