Pese a las expectativas creadas, la conferencia sobre la reunificación de Chipre celebrada entre los líderes grecochipriotas, turcochipriotas y los tres países garantes -Grecia,Turquía y Reino Unido- esta semana en Ginebra (Suiza) ha terminado sin acuerdo aunque con el compromiso de continuar las conversaciones a nivel técnico a partir del próximo miércoles 18 de enero. Entre los elementos en discordia que han hecho saltar por los aires este último intento destaca especialmente uno: la seguridad.

Según Naciones Unidas el acuerdo, tras más de año y medio de conversaciones, está cerca. De los seis capítulos de los que consta la negociación están cerca de cerrar conclusiones en cinco pero “hay asuntos que solo pueden concluirse cuando se cierre el de las garantías de seguridad”, ha explicado el enviado especial de Naciones Unidas para Chipre, Espen Barth Eide.

Ankara mantiene unos 30.000 soldados -que su ministro de Exteriores define como “tropas de estabilidad”- en la parte norte de la isla, dividida desde que el Ejército turco ocupara militarmente parte del territorio en 1974. Tanto Grecia como Chipre han exigido a Turquía que una vez que se cierre un acuerdo el Gobierno turco retire a sus militares. A cambio proponen diferentes soluciones. Que sea el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas quien tenga la posibilidad de autorizar una intervención militar en la isla en caso de conflicto grave o que se despliegue una policía internacional. “Es obvio que no queremos intromisiones y pedimos que los militares turcos salgan de la isla”, ha exigido el ministro griego de exteriores, Nikos Kotzias.

REPARTO DE PRESIDENCIAS

El Gobierno turco que lidera el presidente Recep Tayyip Erdogan, sin embargo, ya ha dejado claro que no está por la labor. “Les hemos dicho a Chipre y a Grecia que no esperen una solución sin Turquía como garante. Estaremos allí para siempre”, ha advertido desde Estambul rechazando la idea. Ankara y Atenas también discrepan sobre cómo debe funcionar el futuro estado federal, que contará con un estatuto internacional y una sola nacionalidad, y el reparto de las presidencias.

Pese al revés, los diplomáticos siguen creyendo que estas conversaciones son la mejor oportunidad para reunificar una isla que lleva dividida desde hace más de cuatro décadas. “Mientras el diálogo esté vivo y se den nuevos pasos que permitan ese diálogo seguiré viendo esperanza”, ha manifestado el presidente chipriotas Nikos Anastasiades.