El Gobierno de Alemania no pone ninguna objeción a que las niñas musulmanas utilicen 'burkinis', trajes de baño que cubren todo el cuerpo, cuando asisten a clases de natación en la escuela.

"Lo más importante es el bien de los niños, es decir, que todos aprendan a nadar", ha señalado la ministra de familia, Franziska Giffey, al ser preguntada por la polémica generada en el país después de que trascendiese que un colegio público había puesto 'burkinis' a disposición de las niñas de confesión musulmana para que no se perdiesen la clase de natación.

"Por eso es totalmente justificable que, si las escuelas exigen participar en las clases de natación, se permita (el uso del 'burkini') y se distribuyan prendas de ropa que cubran el cuerpo con excepción de las manos, los pies y la cara", ha añadido la política socialdemócrata durante un acto celebrado por el semanario alemán 'Die Zeit'.

Giffey ha insistido en que lo único importante es que la tarea educativa prevalezca y que el hecho de que las niñas lleven este bañador no sea calificado como el "ocaso de Occidente".

Hace dos semanas, un instituto de la región de Renania del Norte-Westfalia (en el oeste de Alemania) se convirtió en el foco de las críticas después de que trascendiese que había adquirido en el extrajero una veintena de 'burkinis' para prestáselos de forma gratuita a las estudiantes musulmanas durante las clases de natación.

Desde el colegio señalaron que de esta forma nadie tenía una disculpa para no participar en la clase. "Todos deben aprender a nadar", recalcó el director del centro educativo, Volker Gössling, en una entrevista concedida en ese momento al diario 'WAZ'.