Los bloqueos en refinerías y depósitos de carburantes que los sindicalistas contrarios a la reforma laboral iniciaron hace casi una semana, han obligado al Gobierno francés a echar mano de lasreservas estratégicas de carburante para paliar la falta de gasolina en las estaciones de servicio.

De momento se ha extraído el equivalente a tres días de almacenamiento de los 115 disponibles, según ha explicado este miércoles el secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies.

Francia creó este tipo de reservas en 1925 para responder a las necesidades del Ejército y, en general, a las de economía francesa cuando se produjeran situaciones de escasez energética. Desde 1968 son obligatorias para los países de la Unión Europea y desde 1974 también lo exige la Agencia Internacional de la Energía a raíz de la crisis del petróleo de 1973.

En la actualidad, se reparten en 92 depósitos distribuidos por todo el territorio y el Ejecutivo puede usarlas en casos graves de falta de suministro. El último Gobierno en recurrir a ellas fue el de François Fillon en el 2010, en pleno conflicto por la reforma de las pensiones. Desde entonces no se habían vuelto a utilizar.

La tensa situación en las refinerías ha llevado también a las delegaciones del Gobierno a ordenar el racionamiento o la prohibición de almacenar carburante. Además, se han levantado las restricciones al transporte de hidrocarburospara que los camiones puedan circular los fines de semana y distribuir carburante a las gasolineras.

VALLS NO CEDERÁ

La Confederación General del Trabajo (CGT), el principal sindicato del país, ha endurecido su pulso con el Ejecutivo y pretende sumar al sector nuclear a las protestas contra la reforma laboral, para lograr la retirada del texto. Este lunes, los trabajadores de la central nuclear de Nogent sur Seine, al sureste de París, votaron a favor de reducir los niveles de producción eléctrica.

El conflicto adquiere por momentos visos de un duelo personal entre el secretario general del sindicato, Philippe Martinez, y el primer ministro, Manuel Valls, que este miércoles en la Asamblea Nacional se ha mostrado inflexible. El Gobierno no cederá. "La CGT no dicta la ley en el país", ha proclamado.