El Gobierno rumano no ha podido sostener la presión de miles de personas en las calles durante varios días consecutivos y ha anunciado que retirará el decreto que despenaliza suspuestos de corrupción como no considerarlo delito si es inferior a los 44.000 euros.

La aprobación del decreto vino por la vía urgente el martes, por sorpresa, para evitar así su paso por el Parlamento. El escándalo es de tal envergadura que uno de los ministros, el titular de Comercio y Empresa, Florin Jianu, anunció su dimisión por "ética". "Para poder mirar a los ojos a mi hijo en el futuro", apostilla, para añadir: "La dimisión no se debe a mi falta de honestidad profesional porque mi conciencia está muy tranquila en este sentido pero lo hago por mi hijo".