El laberinto venezolano parece tener finalmente una salida pacífica. El presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, ha anunciado que el Gobierno chavista y la Mesa de Unidad Democrática (MUD) han firmado “un acta con los avances de la agenda del diálogo” que permitiría comenzar a resolver políticamente la aguda crisis que atraviesa el país.

Medina sabe de lo que habla. Es, junto con el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el sostén de la mesa de negociaciones y también su anfitrión. El mandatario ha dicho que el chavismo y la MUD todavía tienen que resolver algunas cuestiones en Caracas el próximo lunes. Ese día puede ser el de la luz al final del túnel o el del retorno a la oscuridad. “Hasta que no esté todo discutido, no hay nada aprobado. No podemos dar detalles de los avances y quedan aún asuntos pendientes que tienen que ser discutidos en Caracas”, ha dicho el presidente dominicano. "Hay dos opciones muy claras, o se logra un acuerdo integral donde podamos estar todos satisfechos o lamentablemente no se logra un acuerdo y tendríamos que cerrar el capítulo de esta etapa”, ha advertido.

El ministro de Comunicación e Información venezolano, Jorge Rodríguez, ha regresado a Caracas procedente de República Dominicana con un mensaje de optimismo. “La mesa de diálogo nos ha permitido alcanzar hoy preacuerdo”, ha señaldo, después de tres días de reuniones continuas con la MUD. Según Rodríguez, con este paso han sido fueron derrotados los sectores opositores proclives a una injerencia externa en el conflcto interno.

La firma del “preacuerdo” es “una ratificación del principio de soberanía”. Rodríguez ha recordado que faltan “detalles, elementos mínimos, que seguramente serán dilucidados en las próximas 72 horas”. Los medios no han dejado de especular sobre esos puntos: garantías para realizar las elecciones presidenciales, normalización del equilibrio de poderes, medidas para enfrentar los graves problemas derivados del colapso económico.

LA POSICIÓN DE LA MUD

El diputado opositor Julio Borges, sin embargo, jefe de la delegación de la MUD, ha puesto entre paréntesis el entusiasmo del ministro. Si bien ha admitido avances “importantes” en el diálogo ha remarcado que existen algunas “zonas” de disenso y que no existe ningún preacuerdo. “Sabiendo que es un problema tan difícil el poder construir soluciones, es por eso que ustedes han visto tantas reuniones y no se ha logrado tener un acuerdo. Estas reuniones se manejan con un acuerdo inicial que hicimos, es importante que se entienda: no hay acuerdo hasta que todo esté acordado”, ha dicho Borges, palabra que ha repetido Medina.

La MUD no dará “ningún paso que no favorezca una solución democrática, pacífica y que permita abrir las puertas a un cambio”. Al escuchar a Borges, el presidente Nicolás Maduro ha querido dar su versión de los hechos. “Tengo fotocopia del acta que se firmó con los preacuerdos. Lamentablemente, el señor Julio Borges trató de negar su existencia. ¿Si no se firmó un acta entonces para qué nos dimos 72 horas? Creo que hay que asumir esto con valentía”.

La certeza de Maduro contrasta con la posición de Chile que ha decidido suspender “indefinidamente” su participación en el diálogo “si no se concretan a la brevedad las condiciones entre las partes para la realización de elecciones presidenciales democráticas, transparentes y conforme a estándares internacionales”.

El Ministerio de Exteriores chileno ha dejado entrever que existe todavía una resistencia del chavismo a pactar consensuadamente la próxima contienda presidencial. Chile destacó en ese sentido que su participación en el diálogo buscaba “aportar para que las elecciones presidenciales se desarrollen con plenas garantías, incluida la presencia de observadores internacionales independientes”.

EL TIEMPO APREMIA

Venezuela juega una carrera contra el tiempo a todos los niveles. No solo necesita oxígeno político. Francisco Valencia, director de Codevida y portavoz de Amigos Trasplantados de Venezuela, ha inforado que se han agotado los filtros para realizar las diálisis. “16.000 personas pueden morir en los próximos días en Venezuela. No hay como dializarlos”, ha advertido.