Dado que la aritmética y la política no coinciden en sus resultados, quedaría una posibilidad de una «gran coalición», que estaría presidida por un político institucional y por encima de los partidos, cuyo objetivo primario fuera el cambio de la ley electoral y nuevos comicios. Según diferentes analistas, la cuestión no parece tener una solución fácil, ya que tanto la Liga, en coalición con el centroderecha, como el M5S en solitario reivindicarían el hecho de haber obtenido unos resultados más que positivos para intentar la formación de un Ejecutivo.

«Actualmente las coaliciones no cuentan con las cifras para gobernar, razón por la que nos tomamos esta responsabilidad frente a los ciudadanos italianos y europeos», dijo Luigi Di Maio, el candidato a primer ministro por el Movimiento 5 estrellas en su primera y hasta el momento única comparecencia después del voto.