Grecia vuelve a ver despejado el acceso a la ayuda financiera. El gobierno de Alexis Tsipras y los representantes de los acreedores internacionales -Comisión Europea, Mecanismo Europeo de Estabilidad, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- han conseguido cerrar un “acuerdo preliminar” sobre la segunda revisión del tercer rescate griego -de 86.000 millones y acordado en julio de 2015- que permitirá a Atenas abrir de nuevo el grifo de la ayuda financiera que necesita para hacer frente este verano al pago de sus deudas.

El pacto se producía de madrugada, tras una maratoniana ronda de negociación de 12 horas y lo anunciaba este martes su ministro de finanzas,Euclides Tsakalotos. “Tenemos fumata blanca. Hemos llegado a un acuerdo sobre todos los temas”, anunciaba. “Es un paso positivo tras meses de complejas negociaciones”, valoraba también el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici. Las negociaciones tendrían que haber llegado a buen puerto hace casi seis meses, en diciembre del año pasado, pero las divergencias sobre las reformas y el alivio de la deuda enquistaron las conversaciones.

Tampoco ayudó el movimiento del gobierno de Alexis Tsipras de aprobar una paga extra -con un coste de 600 millones de euros- para los jubilados con pensiones más bajas y paralizar la subida del IVA en las islas del Egeo. La decisión, sin consultar previamente con sus socios europeos, enfadó sobremanera a Berlín que paralizó las tibias medidas de alivio de la deuda aprobadas por aquel entonces.

NUEVOS RECORTES

Finalmente, las aguas han vuelto este año a su cauce aunque han hecho falta meses para restaurar la confianza y cocinar un acuerdo satisfactorio para ambas partes. El sabor que deja en Atenas es, sin embargo, amargo. El nuevo tramo de ayuda, como todos los anteriores, no será gratis. A cambio del desbloqueo Grecia, que necesita unos 7.000 millones este verano, tendrá que poner en marcha nuevas reformas con el objetivo de ahorrar el 2% de su Producto Interior Bruto o unos 3.600 millones entre 2019 y 2020. Si Atenas cumple con el objetivo podrá activar una serie de medidas para contener el impacto de la austeridad adicional que se le exige, especialmente una bajada de impuestos.

El preacuerdo incluye una nueva rebaja de pensiones, la decimocuarta desde el inicio de la crisis, del 9% de media y que podría llegar hasta el 18%, la apertura de comercios más domingos y festivos, la reducción del mínimo exento de imposición y una nueva vuelta de tuerca a las privatizaciones con la venta del 40% de la capacidad energética en manos de la empresa de participación pública PPC, para abrir a la competencia el mercado de la electricidad.

DECISIÓN EL 22 DE MAYO

“Estos nuevos esfuerzos acordados con las autoridades griegas abren la vía a una rápida conclusión de la segunda revisión. Una rápida implementación de los compromisos permitirá al Eurogrupoaprobar el acuerdo en su próxima reúnión”, ha anunciado Moscovici. “La revisión del programa de ayuda a Grecia todavía no está completada. El trabajo continua”, ha añadido por su parte el portavoz del ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble calificando el acuerdo de un paso en la buena dirección.

Si Atenas quiere que los ministros de economía y finanzas de la zona euro aprueben la segunda revisión del programa en su próxima reunión del 22 de mayo antes deberán cumplir lo prometido y aprobar en el parlamento heleno el nuevo plan. Algo que según los acreedores ya se han comprometido a llevar a cabo. Previsiblemente el gobierno de Alexis Tsipras no tendrá problemas para sacar adelante las reformas, pero la oposición encabezada por Nueva Democracia ya ha anunciado su voto en contra. El líder de la oposición, Kyriakos Mitsotakis, ha atacado al líder de Syriza, a quien ha acusado de aprobar recortes durante esta legislatura por valor de 12.500 millones y lo mismo ha hecho el centrista To Potami cansado de recortes y ajustes.

SOSTENIBILIDAD DE LA DEUDA

Tanto la Comisión Europea como el presidente del Eurogrupohan respondido que la aprobación de esta segunda revisión es clave y que en las próximas semanas complementarán las discusiones con nuevas conversaciones “sobre una estrategia creíble para asegurar que la deuda de Grecia es sostenible”, aseguran en un comunicado. La aprobación de la nueva batería de reformas es esencial para sumar al FMI al tercer rescate aunque el fondo insiste en que antes de incorporarse es necesario aliviar la insostenible deuda griega que roza el 180% del PIB.