A la espera que las autoridades turcas formalicen su demanda de extradición y de que la Audiencia Nacional resuelva su recurso de apelación solicitando su libertad condicional, el periodista kurdo-sueco Hamza Yalçin rompe su silencio desde la cárcel. En una carta que publica EL PERIÓDICO, Yalçin califica de "contrario a los derechos humanos" que España le encarcele por sus "actividades políticas" y se prepare para extraditarle, y reclama a las autoridades españolas que le pongan en libertad.

"Me resulta difícil comprender a las autoridades de España", afirma Yalçin, quien sostiene que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, "es conocido mundialmente por su intolerancia extrema con la prensa independiente". "Me sorprendió que España ayudara a Turquía en este asunto", añade el periodista, crítico también con la pasividad de las autoridades suecas: "Esperaría que el Gobierno de Suecia, país al que llegué como refugiado político y del que ahora soy ciudadano, protegiera decididamente su propia soberanía y sus valores democráticos".

Una organización inexistente

"Resulta que Erdogan me declaró terrorista porque escribía y hablaba en su contra, y avisó a la Interpol para que me capturaran y me entregaran", arranca el relato de Yalçin, quien seguidamente desgrana los pormenores de su detención, el pasado día 3, en el aeropuerto de El Prat, los interrogatorios policiales y su traslado a la cárcel de Brians 1, donde asegura que al llegar fue golpeado por los guardias. "Recibí la 'formación básica' sobre cómo me tendría que comportar", asegura el periodista, que finalmente optó por no denunciar los hechos. "Para mí es suficiente que se entienda que estas prácticas son incorrectas", resuelve.

Yalçin niega una a una las acusaciones de Turquía, como la de ser secretario general del Movimiento de Resistencia del Frente/Partido de Liberación del Pueblo de Turquía (THKP-C), una organización que según el periodista "no está activa desde el 1972", cuando fue asesinado su líder, Mahir Çayan. "El hecho de que yo admire a Çayan no demuestra que sea miembro del THKP-C. También admiro a Espartaco, Fidel Castro, el Che Guevara (...)", ironiza.

Sí reivindica su pertenencia al Movimiento de Educación y Solidaridad -al que el Gobierno turco atribuye "actividades terroristas"-, y su apuesta por "formar una unión entre socialistas, kemalistas demócratas y el movimiento kurdo". "Soy un luchador por la libertad que utiliza herramientas y medios pacifistas", se defiende el intelectual kurdo. "El problema es que soy un activista a quien Erdogan considera perjudicial para su poder", mantiene.

"Erdogan está dispuesto a iniciar una guerra civil"

Yalçin define a Erdogan como "uno de los dictadores más peligrosos que ha existido en el mundo", y asegura que encarcela a sus opositores "para proteger y fortalecer su poder". "Está dispuesto a iniciar una guerra civil para eliminar a la oposición", asegura. El periodista afirma que la justicia turca "nunca ha sido independiente" y que "está bajo el control de una sola persona". "Erdogan me quiere castigar y hace que la Interpol me persiga sin ninguna prueba. España es utilizada como un instrumento de esta injusticia", concluye un Yalçin "orgulloso de ser el objetivo de los opresores".

El periodista fue detenido en virtud una orden internacional de la Interpol a petición de Turquía, que le acusa de "insultos al presidente y vínculos terroristas". Las autoridades turcas tienen un plazo de 40 días, que expira el 11 de septiembre, para sustentar su petición de extradición, sobre la que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional deberá pronunciarse y el Consejo de Ministros tendrá la última palabra. La misma sala debe resolver en breve el recurso de apelación de Yalçin pidiendo su libertad, a la que el fiscal se opone, a diferencia de lo ocurrido en el caso del escritor turcoalemán Dogan Akhanli. Para Yalçin, "si hay alguien que tiene que ser buscado, detenido y juzgado, esta persona es Erdogan" .