El presidente francés, François Hollande, afirmó hoy en Calais que el campamento con miles de refugiados e inmigrantes que se encuentra en los alrededores de esta ciudad tiene que ser desmantelado "completa y definitivamente".

Hollande hizo esta declaración en la Gendarmería de Calais, durante una visita de varias horas en la que no tiene previsto ir a lo que se conoce como "la jungla", donde se concentran entre 7.000 y 10.000 personas, según algunas fuentes, que en su inmensa mayoría tratan de pasar clandestinamente a Inglaterra.

El jefe del Estado insistió en que hay que "garantizar de forma duradera la impermeabilidad de la frontera" entre Francia y el Reino Unido y, a ese respecto, señaló que Londres tiene "obligaciones" con los franceses, y que deben asumir "su parte".

Iba acompañado de la ministra de Vivienda, Emmanuel Cosse, y del responsable de Interior, Bernard Cazeneuve, que a comienzos de mes anunció -sin fijar fecha- el desmantelamiento de "la jungla", en respuesta a las protestas de diversos colectivos de la ciudad y de la región, que se quejan del impacto que esa situación tiene sobre la actividad o la seguridad.

El mismo Hollande también dijo el pasado sábado que Francia no es un país de campamentos, una declaración que cobra eco después de que una parte de la derecha francesa haya denunciado que el fin de "la jungla" y la recolocación de sus habitantes en centros de acogida repartidos por todo el país generará "pequeños Calais".

El desplazamiento a Calais de hoy, que estaba previsto desde comienzos de verano, se había ido retrasando. Oficialmente, su punto fuerte es la colocación de la primera piedra de las obras de ampliación del puerto.

Precisamente, la semana pasada empezaron otras obras para levantar un muro en torno a la carretera de acceso al puerto, para dificultar a los inmigrantes el abordaje de los camiones que se dirigen a los ferris que cruzan el Canal de la Mancha en dirección a Inglaterra.