Casi 80 días después de las elecciones, Italia inició ayer lo que parece una verdadera aventura y apuesta de los dos partidos populistas italianos que ganaron los comicios de marzo, la Liga y los indignados del Movimiento 5 Estrellas (M5S). Los dirigentes de ambos partidos presentaron al presidente de la República, Sergio Mattarella, el nombre del futuro jefe el Gobierno: el jurista Giuseppe Conte, un profesor de Derecho desconocido y sin ninguna experienca política.

Matarella citó ayer a los presidentes del Congreso y del Senado. «Es un momento histórico, dejadnos empezar y después criticadnos si queréis», dijo Luigi Di Maio, líder el M5S, al salir de la entrevista con Mattarella, subrayando que había «comunicado el nombre del candidato a jefe del Gobierno». «Finalmente ha nacido la III República», añadió en tono triunfante. «Nadie debe temer a este Gobierno» intentó tranquilizar Matteo Salvini, líder de la Liga y socio de los indignados, al salir posteriormente de su encuentro con Mattarella. «En los pasados tres años, cuando no gobernábamos nosotros, la deuda ha pasado de 300.000 millones, ha aumentado la precariedad laboral y el 20% de los italianos toma psicofármacos a causa de su situación laboral», dijo Salvini.

A continuación añadió: «Respetaremos las normas europeas en el límite de lo posible», pero «antes que nada ni nadie vienen los italianos a quienes queremos dejar una Italia mejor de cuanto estaba».

CAMINO DE ROMA / Informaciones de los diarios locales de su región ,la sureña de Apulia, han informado que en la tarde del lunes la familia del profesor Conte ha salido de su pueblo para viajar hacia Roma. Podría ser un buen indicio de que en las próximas horas será llamado por el presidente Mattarella para confiarle un encargo de formar el gobierno, que no será un gobierno de coalición, sino basado sobre un «contrato» o «programa», de 49 páginas, suscrito por los dos vencedores de las elecciones.

La Constitución italiana, de caracter parlamentario, atribuye pocos pero importantes poderes al jefe del Estado, entre ellas la de cribar los candidatos a ministro (los presenta el jefe del gobierno, pero los nombra el presidente) y limar previamente posibles obstáculos anticonstitucionales de una ley o programa de gobierno.

Por ello, el posible encuentro entre Mattarella y Conte, sin experiencia política, podría ser muy largo. De acuerdo con los resultados definitivos de las elecciones de marzo, el posible nuevo Gabinete cuenta con una mayoría holgada en el Congreso, pero tan solo seis votos de margen en el Senado, lo que podría presagiar múltiples dificultades para el Gobierno «amarillo-verde», como se llama en Italia el acuerdo entre Liga e indignados.

Los resultados electorales dieron la victoria a la coalición de centroderecha, en la que se encuentra Forza Italia de Silvio Berlusconi. Sin embargo el expresidente de gobierno ya ha dicho y repetido que, tras romper con Salvini (Liga), porque Berlusconi era contrario al acuerdo con los indignados, no votará la confianza al Ejecutivo. De manera que, en cierta manera, la duración del Ejecutivo estará en sus manos. La prima de riesgo subió al cierre de la bolsa de Milán de ayer a 183 puntos.