El Ejército israelí, preparado para la evacuación, los colonos, listos para intentar evitarlo. Es la situación que se vive en la colonia judía de Amoná, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania, que afronta la inminente evacuación forzosa en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo israelí.

Fuerzas del Ejército rodean el perímetro exterior de la pequeña localidad, donde residen alrededor de cuarenta familias decolonos y levantada en tierra propiedad de palestinos, por lo que fue declarada ilegal por la justicia israelí (para la legislación internacional, todos los asentamientos en territorio ocupado lo son). Las familias permanecen atrincheradas en sus casas y en la sinagoga, apoyadas por colonos llegados de distintos puntos del país. Alrededor de 2.000 personas se concentran en señal de protesta.

Los soldados permiten el paso a residentes en la zona, periodistas y fuerzas de seguridad, pero se lo impiden a jóvenes que consideran que pueden crear disturbios oponiéndose a la evacuación. Pese a ello,docenas de jóvenes han acudido al lugar pertrechados con piedras y han montado barricadas en los accesos a la colonia para enfrentarse a la orden de desalojo que vence hoy.

"NO ME VOY A MOVER"

"No me voy a mover", asegura una joven de 19 años residente en el asentamiento desde hace mucho tiempo. A su lado, otra, venida para apoyar la causa expresa su decepción con el Gobierno por no cumplir los compromisos. La colona asegura que este territorio es el único que los judíos tienen para vivir, a diferencia de los árabes, que tienen muchas otras opciones.

"Yo no voy a enfrentarme a la policía", dice Shlomit Valzman, hermana de uno de los residentes que ha venido a mostrar su apoyo y que cree que "lo importante es que esta es la tierra del pueblo judío". La policía y la policía de fronteras realizará la evacuación, mientras que el Ejército asegurará el perímetro. Alrededor de 3.000 efectivos de estos cuerpos tomarán parte en la operación, según el diario israelí 'Maariv'.

El Tribunal Supremo dictaminó en 2014 que las tierras deAmoná debían ser devueltas a sus propietarios y, desde entonces, el Gobierno ha logrado aplazamiento tras aplazamiento y ha tratado de evitarlo. Esta semana, la corte debate si aceptar la propuesta de reubicación presentada por el Ejecutivo para dar a los residentes unas tierras alternativas próximas, también en el territorio ocupado.

La oenegé israelí Yesh Din ha presentado una demanda contra el plan de reubicación en representación de palestinos que reivindican la propiedad de los terrenos donde se pretende recolocar a varias de las familias colonas.