El exministro de Exteriores Boris Johnson lanzó ayer una salvaje crítica al plan del brexit de Theresa May, calificándolo de «desastre» y acusando a la primera ministra de ni tan siquiera haber intentado negociar e ir a Bruselas «con la bandera blanca ondeando en su primer tanque».

«Todo está tan fijado y preordenado como un combate entre el gigante Haystacks y Big Daddy [se refiere a dos luchadores de lucha libre británica en los 80] y me temo que el inevitable resultado es un victoria europea con el Reino Unido en el suelo en un óleo con doce estrellas describiendo un círculo simbólico sobre nuestras cabezas semiconscientes», escribió Johnson, con su pomposo estilo, en su columna semanal en el Daily Telegraph.

Y el exdirigente añadió: «La realidad es que la UE se ha impuesto con trucos y el Reino Unido ha aceptado entregar 40.000 millones de libras (44.000 millones de euros) -que es la factura de salida acordada por los compromisos adquiridos por Londres- del dinero de los contribuyentes por dos tercios de nada». Johnson también considera que se está utilizando la frontera irlandesa como excusa para mantener vínculos con la UE tras el brexit.

Downing Street respondió a Johnson argumentando que «no hay ideas nuevas en su artículo». El portavoz oficial de May indicó que el Reino Unido precisa de «un liderazgo y plan serios» para encarar la salida del país de la UE, algo que está cumpliendo la primera ministra. Según el portavoz, el plan de Chequers «es el único creíble y bajo el cual se puede negociar» con Bruselas.

Algunos interpretan el ataque de Johnson como el inicio de un golpe para derrocar a May.