“No será una enciclopedia” ni tampoco “un documento largo” pero sí incluirá opciones “positivas, realistas y creíbles” para construir la Unión Europea del futuro. La Comisión Europea presenta este miércoles su esperado Libro blanco. Una especie de visión sobre la Europa a 27, que incluirá varios escenarios para avanzar en laera post-brexit, incluida la Europa a varias velocidades, y poder hacerlo con dos elementos ausentes estos días en la esfera europea: unidad y eficacia.

Las diferentes crisis vividas en los últimos años, empezado por la económica y terminando por la migratoria, han abierto profundas grietas en el barco europeo. La toma de decisiones a 28 se ha vuelto sumamente compleja y los reveses son continuos. La guinda la puso la victoria del brexit el año pasado, un terremoto político cuya magnitud sigue siendo incierta pero que abre la puerta a una Europa muy diferente una vez que el Reino Unido active la desconexión antes de finales de mes. Ante este escenario y a las puertas del 60 aniversario de la Unión Europea -se conmemorará con una cumbre en Roma el próximo 25 de marzo- el presidente Jean-Claude Juncker ha optado por acelerar el debate y lanzar desde ya mismo la reflexión.

“Hace falta hacer las cosas de manera diferente. Podemos hacer muchas más cosas juntos pero no es hora de imaginar todo lo podríamos hacer juntos. Ha llegado el momento de responder a una duda histórica: ¿queremos avanzar a 28 -aunque ya hemos perdido al 28º- o que aquellos que quieran progresar más rápido lo hagan sin molestar a los demás, bajo una cooperación estructurada abierta a todo el mundo?”, lanzaba hace unos días el democristiano luxemburgués durante una intervención ante el instituto de estudios europeos de la Universidad de Lovaina la nueva.

RESPONDER A LAS DUDAS

Juncker lleva varios días dando pistas de por dónde quiere enfocar un debate, que deberá concretarse en el otoño en propuestas más concretas, una vez pasadas las elecciones en Holanda, Francia oAlemania. “Hay que casar las dudas e interrogantes que rodean al proyecto europeo. No para casarlas definitivamente -los matrimonios eternos no son ya europeos- sino para dar una respuesta a las preguntas que muchas veces están justificadas”, justificaba.

Y es que Europa ni es la misma -los movimientos de extrema derecha y antieuropeos cada vez son más fuertes- ni será la misma. En quince años, augura el democristiano luxemburgués, no habrá Estados miembros en el G7, la población europea será demográficamente insignificante a nivel global y la defensa europea ineficaz. Por eso, defiende que ha llegado la hora de empezar a trabajar de forma distinta. En los mismos asuntos y a los mismos valores de hoy en día -mercado interior, energía, defensa, etc…- pero ¿por qué no a distintos ritmos?. De eso va el libro blanco que adoptará este miércoles el colegio de comisarios y que presentarán posteriormente ante la Eurocámara. De si Europa debe mantener el rumbo actual, haciendo oídos sordos a retos a los que son incapaces de responder, de si debe permitirse a los Estados miembros que quieran avanzar más hacerlo en grupos o de si Europa debe refundarse en un bloque federal.

CUMBRE DE MALTA

Toda esta reflexión forma parte del debate lanzado hace unas semanas por los dirigentes europeos en la cumbre de Malta en la que ya planeó la vieja idea de la Europa a varias velocidades que apoyan París y Berlín. “Hablamos de opciones realistas que llevan todas a la unidad y la cooperación de los 27”, defiende el portavoz de Juncker. “La idea es lanzar un amplio proceso de reflexión. Será difícil que nadie se quede en el balcón. Uno puede quedarse en el balcón mirando y opinando pero con el Libro blanco será difícil. Habrá que posicionarse entorno a opciones que no afectarán solo a los gobiernos europeos, a la burbuja de Bruselas, a los periodistas o a los lobistas. “Son propuestas sobre personas”, resume Margaritis Schinas.