"Al fin podré sentirme seguro en mi propio país", ha afirmado el director franco-polaco Roman Polanski en declaraciones a la televisión privada TVN24, después de la decisión del Tribunal Supremo de Polonia de rechazar su extradición a Estados Unidos. La justicia americana reclamaba la entrega del director por la violación de una menor en 1977.

"Estoy contento de que este asunto esté definitivamente cerrado. Solo lamento haber tenido que esperar tanto", añadió el director de 'Chinatown', de 83 años y residente en París. "Podré ir tranquilamente a visitar la tumba de mi padre o la de mi amigo Andrzej Wajda", declaró Polanski.

La sentencia del Supremo, que no es apelable, es la respuesta al recurso presentado por el ministro de Justicia y fiscal general del país,Zbigniew Ziobro, quien en mayo había anunciado que apelaría la decisión de no extraditar a Estados Unidos al director de cine dictada por un tribunal de Cracovia.

El ministro defendió entonces que "no puede justificarse" que Polanski, por sus méritos cinematográficos y artísticos, sea tratado "de manera diferente" al resto de ciudadanos cuando está acusado de haber "violado" a una menor de edad. "No veo ninguna razón para aplicar aquí un doble rasero. Todos tenemos que ser iguales ante la ley, sobre todo en lo relacionado con la comisión de delitos contra los niños", sostuvo.

UN MES EN LA CÁRCEL

En octubre del 2015 un tribunal de Cracovia rechazó la petición de Estados Unidos para extraditar a Polanski. El oscarizado director reconoció en 1977 que mantuvo relaciones sexuales con una adolescente de 13 años durante una sesión de fotos en Los Ángeles. Polanski pasó más de un mes en la cárcel, pero huyó al año siguiente al pensar que la Justicia le impondría una dura condena.

Aunque el cineasta ya llegó a un acuerdo económico con su supuesta víctima, Samantha Geimer, que retiró todos los cargos, un tribunal de Los Ángeles rechazó en el 2014 una petición de los abogados de Polanski para archivar el caso.