El hermético régimen de Corea del Norte ha dejado un resquicio por el que se le ha colado algo de estudiada ternura. La pasada semana, Kim Jong-un quiso dar a conocer algún detalle de su casi secreta vida privada (no se sabe con exactitud la edad que tiene el dictador, ni si tiene o no un hijo o una hija), con la proyección de un documental sobre su dinastía en el que se incluían varias fotos de su más tierna infancia.

En las candorosas imágenes se puede ver cómo Kim Jong-un ya tenía madera de líder desde sus primeros años. Uniformado, haciendo el saludo militar, aplicado en sus estudios, de copiloto en un avión... y, como ahora, con sus característicos y redondos mofletes.

El acto, un nuevo baño de masas del líder, estuvo precedido por un concierto de la banda femenina norcoreana Moranbong.