La ultraderecha alemana se ha quedado huérfana. En un gesto sorpresivo, la copresidenta y cara visible del partido Alternativa para Alemania (AfD) Frauke Petry ha anunciado su renuncia como candidata para las próximas elecciones generales queAlemania celebra el 24 de setiembre. Además de apartarse del liderazgo, Petry ha asegurado en un vídeo colgado en su página de Facebook que no está dispuesta a formar parte de la cúpula de la formación xenófoba y ultranacionalista.

Aunque desde un principio Petry se mostró dispuesta a abanderar eldesembarque de la política de derecha antiinmigración y euroescéptica en el Bundestag, el Parlamento alemán, que se producirá en los próximos comicios, la oposición interna ha mermado su liderazgo. La dureza de la oposición dentro del partido hacía pensar que Petry, embarazada de su quinto hijo, podría aceptar una fórmula con dos candidatos. Este próximo sábado AfD reúne su congreso federal en la ciudad de Colonia para escoger, entre otras cosas, a la persona que encabezará su lista electoral.

¿Con este paso atrás, la líder de AfD en el estado de Sajonia ha sido tajante con lo que ya dejó entrever hace unas semanas. “Ni la política ni AfD son para mí la única alternativa”, explicó en el diario 'Tagesspiegel'. Unas palabras que en los sectores rivales de dentro del partido vieron como una amenaza para imponer su visión. En el vídeo publicado hoy, la mujer que aspiraba a convertirse en la Le Penalemana remarca que el partido debe seguir “el camino de larealpolitik”, es decir, ser pragmático y llegar a pactos.

LUCHA INTERNA ULTRA

En su mensaje se evidencia la lucha interna por el poder que enfrenta al sector pragmático, encabezado por Petry, y el fundamentalista, liderado por el vicepresidente Alexander Gauland. Así, la copresidenta de la formación apuesta por alejarse de las salidas de tono antisemitas y misóginas que constantemente florecen en el partido y presentarse como una fuerza más centrista para poder captar más votos. Petry, que en su momento pidió a la policía disparar a los refugiados que entrasen ilegalmente en Alemania, es vista como el sector menos ultra de AfD.

A pesar de su renuncia sorpresa, muchos ven en ese gesto unintento de unificar a un partido caótico y sin una estrategia comuna desde el año 2015, cuando Petry llegó al poder. “No se trata de una renuncia por completo ni de una retirada”, avisa el muniqués ‘Süddeutsche Zeitung’.

Más allá de este inesperado movimiento por parte de su líder, todo apunta a que el próximo 24 de setiembre AfD se convertirá en el primer partido ultraderechista que obtendrá representación parlamentaria en Alemania desde el final de la segunda guerra mundial. A pesar de que su popularidad ha caído desde principios del 2017 hasta el 8% en estimación de voto actual, la derecha de la derecha tiene el viento a favor para posicionarse como tercera fuerza política y principal alternativa a la canciller Angela Merkel y al socialdemócrata Martin Schulz. El congreso de este sábado será tenso.