Las masivas protestas en las calles de Bucarest contra elGobierno socialdemócrata, que ha aprobado un decreto de urgencia que despenaliza algunos casos de corrupción, ya tiene sus primeras consecuencias. Un ministro ha presentado su dimisión el jueves después de que más de 150.000 personas, según la televisión pública rumana, pidieran responsabilidades.

Lemas como 'Retirad el decreto y dimitid' y 'Ladrones' fueron coreados por miles de personas ante la sede del Ejecutivo, calificado por los manifestantes como "traidor". Las protestas fueron más allá de la capital y se extrapolaron a ciudades como Timisoara, Cluj o Sibiu.

"No creo que en Europa exista algo parecido a esto. No nos iremos hasta que el Gobierno lo derogue (el decreto)", dijo Florin Toma, uno de los manifestantes.