Al menos 23 personas han muerto en Siria en distintos ataques de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, mientras que 17 cadáveres, supuestamente de soldados desertores, han sido hallados en una prisión de Idleb, según un grupo opositor. Los Comités de Coordinación Local (CCL) han informado de que la ofensiva más sangrienta se ha registrado en la provincia central de Hama, donde han fallecido 10 personas, entre ellas 6 miembros de una misma familia.

Los opositores han indicado que se trata de la familia Al Asaad, uno de cuyos integrantes es una niña de tres años, que ha perecido a causa de los disparos de las fuerzas de seguridad sirias en la localidad de Kafar Alton. Por su parte, la opositora Comisión General de la Revolución ha apiuntado que los Al Asaad han sido ejecutados y que no se ha salvado ninguno de los miembros de la familia.

Prosiguen los bombardeos en Homs El resto de víctimas mortales a causa de la represión se han registrado, según los CCL, en la provincia oriental de Deir el Zur (nueve), en la meridional Deraa (dos) y en las septentrionales de Alepo (uno) e Idleb (uno). En la localidad de Bukamal en Deir el Zur, las fuerzas del régimen han disparado desde vehículos militares contra una manifestación. Mientras, en Deraa, una de las dos víctimas es un menor de edad, que falleció en la campaña lanzada por las tropas del régimen contra la ciudad.

Aunque el grupo opositor no ha documentado por el momento ninguna víctima en el bastión opositor de Homs, asediado desde hace 20 días, los bombardeos prosiguen y han derribado varias viviendas. Asimismo, en la cercana localidad de Rastan, las tropas del régimen han tratado de entrar en la urbe, lo que ha desatado violentos enfrentamientos con soldados desertores.

Más de 85.000 víctimas mortales En cuanto a los cadáveres hallados en la prisión de Yabal al Zauya en Idleb, los CCL han señalado que los cuerpos no han podido ser todavía identificados pero que los vecinos de la zona apuntan a que la mayoría son soldados desertores. Estos sucesos coinciden con el ataque lanzado por el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) contra un centro de las fuerzas de seguridad sirias y de matones del régimen, situado a dos kilómetros de la frontera con Turquía.

Según ha declarado el número dos del ELS, Malek al Kurdi, el asalto causó 35 víctimas, entre muertos y heridos. Los opositores sirios calculan que más de 8.500 personas han perdido la vida por la represión gubernamental desde el inicio de las protestas en Siria a mediados de marzo pasado, mientras que el régimen culpa a supuestos grupos terroristas de estar detrás de la violencia.