Al menos 34 personas han muerto y un centenar han resultado heridas en un atentado suicida perpetrado este sábado cerca de la entrada de un banco estatal en la ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán, han informado fuentes oficiales y hospitalarias. El atentado se ha producido a primera hora de la mañana, cuando decenas de personas, entre ellas funcionarios gubernamentales, se encontraban en la entrada del Banco de Kabul, en la capital de la provincia de Nangarhar, para retirar sus salarios.

El portavoz del gobernador regional, Ahmad Zia Abdulzai, ha asegurado que en el "horrible incidente" han muerto 30 civiles y otros 80 han resultado heridos, aunque fuentes hospitalarias han elevado la cifra de víctimas.

"Hemos recibido los cadáveres de 33 personas y 110 heridos, incluidos niños", ha asegurado el director del Departamento de Salud de Nangarhar, Najibullah Kamawal. Una de las víctimas mortales es el insurgente que al parecer ha detonado los explosivos que portaba en un chaleco, según un comunicado del ministerio del Interior afgano.

Imágenes del atentado difundidas por los medios de comunicación locales han mostrado a decenas de personas por el suelo, muchas de ellas ensangrentadas y con graves quemaduras.

COLAS PARA DONAR SANGRE

El portavoz provincial de la Policía, Hazrat Husain Mashriqiwal, ha informado de que se han formado largas colas para donar sangre en los centros sanitarios a los que han sido trasladadas las víctimas. Jalalabad ha registrado esta mañana otras dos explosiones que no han provocado víctimas.

Un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, condenó los atentados a través de su cuenta oficial de Twitter. "Esta mañana dos bombas han golpeado a civiles frente a un templo y un banco en Jalalabad. Los condenamos y negamos nuestra participación en ambos", ha subrayado Mujahid.

El presidente afgano, Ashraf Gani, también ha condenado en su cuenta oficial de Twitter el "ataque terrorista", donde ha afirmado que se trata del "mayor acto de cobardía atentar contra civiles inocentes".

Según un informe reciente de la ONU, en los primeros tres meses del 2015 han muerto 655 civiles por causas relacionadas con el conflicto armado en Afganistán y otros 1.155 resultaron heridos.