“Si hubiésemos negociado medio día más probablemente también nos habrían dado la cancillería”. A pesar de tener al partido sumido en una profunda crisis, este domingo el secretario general de los socialdemócratas (SPD), Lars Klingbeil, se permitió bromear sobre las concesiones que la cancillera Angela Merkel les había hecho para reeditar un pacto de gobierno y que no ha gustado a sectores de los conservadores (CDU). Más leña a un fuego que este domingo la líder democristiana intentó apaciguar.

Debilitada por las críticas internas a sus concesiones, la cancillera optó ayer en un gesto poco habitual por comparecer en televisión. “Fue doloroso pero aceptable”, explicó en una entrevista al canal de televisión público ZDF, refiriéndose a la controvertida decisión de ceder el poderoso ministerio de Finanzas al SPD, a disgusto del ala económica de su partido. En contrapartida, celebró que los conservadores poseen ahora la cartera de Economía.

A UN MANDATO DEL RÉCORD DE KOHL

Si las bases de los socialdemócratas no lo impiden, las concesiones le permitirán a Merkel estrenar su cuarto mandato al frente de Alemania. De seguir en el cargo hasta el 2021, lo que pretende, la líder democristiana superará los 14 años en el cargo de Konrad Adenauer e igualar los 16 de su padre político, Helmut Kohl. Para conseguirlo, Merkel reconoció que el gabinete alemán estará formado por un “nuevo equipo” con “gente joven” del partido.

Aunque esquivó toda pregunta sobre el tema, esa renovación podría apuntar a un primer paso de la cancillera para promocionar a quien podría ser su heredera. En esta línea, los expertos apuntan a que figuras como Annegret Kramp-Karrenbauer, actual ministra-presidenta del estado del Sarre, y Julia Klöckner, a la que en el acuerdo se le asigna el ministerio de Agricultura, suenan como relevo. Pero ese equipo también incluirá sectores más críticos del partido con Merkel como Jens Spahn, secretario de Estado de Finanzas en funciones. En el congreso conservador del próximo 26 de septiembre se anunciarán los cambios.

RELEVO A SCHULZ

Mientras la CDU digiere el pacto, el SPD se prepara para una reforma exprés de su directiva. Así, se espera que este martes Martin Schulz anuncie que deja el liderazgo del partido y lo cede a la secretaria general y líder parlamentaria Andrea Nahles. Pero la crisis de la socialdemocracia alemana es tan profunda que incluso esta renovación despierta recelos. Así, las juventudes ven con sospecha que esta renovación se produzca justo en el momento en el que las bases debaten si aprobar el pacto de Gran Coalición en una votación de la que se conocerá el resultado el próximo 4 de marzo. También hay más voces que piden que haya primarias en lugar de imponer a Nahles como sucesora.

Su paso atrás al renunciar a la cartera de Asuntos Exteriores tampoco parece solucionar los problemas internos. Después de que este jueves el actual ministro, Sigmar Gabriel, acusase a su amigo Schulz de serle “desleal” tras dejarlo sin cargo alguno en el nuevo gabinete, este lunes se ha disculpado por airear esas diferencias de forma pública. Así, parece que Gabriel puede quedarse sin una cartera para la que suenan ministro de Justicia, Heiko Maas, o la titular de Familia, Katarina Barley.

De consumarse el cambio en la jefatura del partido, Nahles se convertiría en la primera mujer que lidera al SPD. El relevo será el noveno que realiza el partido desde Gerhard Schröder en el 2004, ninguno de ellos con éxito. Schulz, la gran esperanza socialdemócrata hace tan solo un año, ni participará en la gira del partido por todo el país para promocionar el acuerdo de gobierno con los conservadores.