Se llamaba Markus Johannes Wolf, aunque también fue Michael Storm en su breve paso por el periodismo y Mischa Wolf en su carrera como espía; pero sin duda su apodo más célebre fue el de "el hombre sin rostro". Así fue bautizado en los países occidentales durante la guerra fría, porque hasta 1978 no se pudo obtener una foto suya.

El exjefe de los servicios secretos exteriores de la antigua República Democrática Alemana (RDA) murió mientras dormía en su piso del centro de Berlín la madrugada del miércoles. Tenía 83 años. Tuvo que huir del régimen nazi con su familia judía y acabó convirtiéndose en jefe de espías del mayor organismo represor de la extinta RDA, la Stasi, durante más de 30 años. En 1997, una sentencia le condenó por privación de la libertad, coacción y lesiones graves, pero Wolf nunca llegó a ir a la cárcel.