Las tensiones territoriales no son competencia exclusiva de Cataluña e incluso países dentro de identidades nacionales tan cohesionadas como Estados Unidos brotan sus propios fenómenos secesionistas. La Tabarnia de la norteamérica de Trump se llama 'Nueva California' y pretende dividir el estado más poblado de la costa oeste del país.

No obstante, a diferencia de Tabarnia, Nueva California no surge como reacción a la voluntad de independizarse de Estados Unidos de una parte del territorio, aunque sí comparte un discurso similar. "El actual estado de California está gobernado por una tiranía", dice el documento que proclama la independencia simbólica de Nueva California.

EL BOADELLA CALIFORNIANO

El Albert Boadella de Nueva California es el tertuliano conservador de medios de comunicación Robert Paul Preston, que deja claro que su intención no es la de separarse de Estados Unidos, sino de la “ingobernable” actual California, tal como comentó en la filial de la CBS de Sacramento.

Su plan, según explicó a dicho medio, es coordinar a los diferentes representantes electos de los territorios de la "Nueva California" en los próximos 10-18 meses para protagonizar mociones y acciones legislativas para presionar en dichos sentido.

Su propuesta se basa en separar los intereses de los urbanitas de las grandes metrópolis de Los Ángeles y San Francisco, de los de los ciudadanos de comunidades rurales de San Diego, Fresno, San Jose o Redding. Una división que coincide, mayormente, con las zonas electorales, las primeras, donde predomina el Partido Demócrata.

15 MILLONES DE HABITANTES

La división realizada por los impulsores de la iniciativa deja a 15 condados en la “Vieja California”, habitados por 25 millones de personas, y agrupa a 43, poblados por 15 millones de habitantes, en la “Nueva California, según cálculos realizados por los mismos impulsores. Un estado que, de crearse, sería el número 51 de la nación y el sexto más poblado de todo Estados Unidos, al nivel de la ciudad de Nueva York.

En el proceso de construcción de símbolos, los “nuevos californianos” ya tienen hasta su propia bandera, un oso sobre fondo blanco y con una franja roja en la parte inferior de la enseña y una estrella del mismo color en la parte superior derecha.

Los movimientos separatistas no son nuevos en Estados Unidos. En Texas hace años que existe el Movimiento Nacionalista Tejano, que, reivindicando la memoria de los héroes del fuerte del Álamo, el referéndum del Breixit o el de Escocia, pretenden realizar su propio plebiscito para separarse, estos sí, de Estados Unidos y crear su propio país independiente.