Barack Obama ha reaparecido en la escena pública fuera de Estados Unidos. El expresidente ha defendido este martes en Milán que la iniciativa privada siga avanzando en el sector de las energías limpias al margen de lo que Donald Trump esté decidido a hacer en materia de cambio climático, que es más bien poco.

"Lo bueno es que todavía podemos emprender acciones para poner freno a un fenómeno climático que fomenta crisis y crea inseguridad alimentaria" ha dicho Obama en conversación con Sam Kass, el que fuera su chef durante sus dos mandatos en la Casa Blanca.

850 EUROS LA ENTRADA

El expresidente ha participado en la capital lombarda en la tercera edición de Seeds&Chips, un foro de innovación alimentaria en la que ha sido su primera intervención pública en el extranjero tras el final de su mandato, el enero pasado, un foro en el que para asistir a su conferencia de 45 minutos se debía pagar una entrada de 850 euros.

Con aspecto relajado y sin corbata, Obama ha estado hablado ante un nutrido auditorio en el que estaban presentes varias personalidades italianas, entre ellas el exprimer ministro Matteo Renzi, que ha escrito de Obama en sus redes: "Todavía tiene mucho que decir en política global".

En su conferencia, Obama también ha defendido la necesidad de garantizar la alimentación sostenible para todos, lo que ayudaría en su opinión a reducir los costes sanitarios y poder gastar esos recursos en disminuir la pobreza en muchos lugares del mundo.

"Un buen líder -ha explicado además Obama- es quien empodera a otra gente. Los políticos pueden guiar las políticas pero las iniciativas van a venir de la gente, con decisiones como la de usar menos energía. Son millones de decisiones individuales las que tienen un gran impacto".

DEL DUOMO A 'LA SANTA CENA'

Obama llegó este lunes a Milán entre grandes medidas de seguridad, con un séquito de 14 coches. Muchos curiosos, teléfono en mano para capturar el momento, aguardaron su presencia en la entrada del lujoso Park Hyatt Hotel donde se ha alojado, y lo siguieron a lo largo de sus distintas paradas en la ciudad. Obama aprovechó para visitar los monumentos más famosos y para participar en una cena con empresarios y políticos.

Sin quitarse sus gafas oscuras, disfrutó de una visita privada al Duomo de Milán y subió a su terraza panorámica, la misma que visitó Michelle Obama en el 2015, cuando visitó la Expo de Milán. Su ruta turística continuó con una parada para ver 'La última cena', el cuadro de Leonardo Da Vinci, y con un recorrido por la Pinacoteca Ambrosiana. El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, le ha obsequiado con las llaves de la ciudad.