La ola de frío que azota Italia, y que continuará en los próximos días, está siendo una verdadera pesadilla para los cerca de 70.000 inmigrantes y refugiados que malviven en la calle, así como para muchos de los miles de solicitantes de asilo que se encuentran en centros de acogida, en particular en el sur de Italia. Allí donde las estructuras no están dotadas de adecuados sistemas de calefacción.

“Las situaciones más graves se encuentran en las regiones del sur, poco acostumbradas a enfrentarse al frío, y para los miles que ya están fuera de los sistemas de acogida, porque, por ejemplo, ya obtuvieron el asilo político”, ha explicado Daniela Pompei,responsable para la oficina de refugiados de la Asociación Sant’Egidio. Entre los grupos más vulnerables, según Pompei, están precisamente “aquellos que llegaron a Italia hace cuatro o cinco años, obtuvieron el estatus de refugiado y no encontraron trabajo, o son trabajadores temporeros”. Un colectivo, este, en el que predominan los afganos, los eritreos, los malienses y los nigerianos, así como inmigrantes de la Europa del este.

Tal solo desde el viernes hasta este lunes, han fallecido ocho personas en el centro y sur del país (y una en el norte), de las cuales cuatro eran 'sintecho' extranjeros. Otras situaciones preocupantes se encuentran en Como, en la frontera con Suiza, y en Ventimiglia, en el límite con Francia, donde hay personas acampadas en tiendas de lona o instalaciones precarias. Esto, en espera de poder seguir solos hacia el norte de Europa, o beneficiarse de los programas europeos de reasentamiento.

ESTACIONES DE METRO ABIERTAS

Por ello, en ciudades como Roma, las autoridades han dispuesto medidas como la apertura de las estaciones del metro desde la medianoche hasta las cinco de la mañana. Una disposición que las oenegés consideran “ridícula e insuficiente, pues en esos horarios el frío es polar”, como ha afirmado Andrea Costa, coordinador deBaobab Experience, una organización de ciudadanos y activistas que han atendido informalmente a más de 60.000 inmigrantes en los últimos 18 meses.

Igualmente dramática es la situación en Serbia, donde en la actualidad hay varados 7.500 inmigrantes y refugiados, de los cuales solamente 3.140 están alojados en estructuras aptas, cuando allí las temperaturas están alcanzando incluso los 20 grados bajo cero. “En Belgrado, son cerca de 2.000 los jóvenes afganos, paquistanís, iraquís y sirios los que duermen en edificios abandonados en el centro de la ciudad”, ha denunciado MSF Serbia.