El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) han denunciado este martes en Ginebra las condiciones infrahumanas en las que estaban 20.500 inmigrantes y refugiados retenidos por contrabandistas y traficantes en Libia, de los que 6.000 aún no han sido liberados.

Unos 20.500 refugiados e inmigrantes se encuentran en centros de detención o siguen siendo rehenes de traficantes en Sabratha, una ciudad en el oeste de Libia a orillas del Mediterráneo, a unos 80 kilómetros de Trípoli, que se había convertido en plataforma de salida de los migrantes hacia Europa.

El ACNUR ha señalado que las autoridades libias detienen en ese lugar a más de 14.500 inmigrantes y refugiados que se encontraban en manos de los traficantes en Sabratha y sus alrededores.

Los inmigrantes fueron encontrados en granjas, casas y almacenes cuando una fuerza de seguridad leal al Gobierno libio de unidad nacional expulsó de la ciudad a una milicia rival a principios de este mes de octubre.

Ahora están siendo transferidos hacia centros de detención donde organizaciones humanitarias pueden almenos ofrecerles asistencia, según ha señalado en una rueda de prensa en Ginebra, Andrej Mahecic, responsable de comunicación del ACNUR.

Las autoridades estiman que unas 6.000 personas todavía están en poder de los traficantes, según ha precisado Mahecic.

Unos inmigrantes caminan tras recibir comida en un centro de detención en Sabratha, el pasado 9 de octubre

Desde la caída en 2011 del régimen de Muamar Gadafi, Sabratha se había convertido en el principal punto de partida de la inmigración clandestina, ya que los traficanres aprovecharon el vacío de seguridad y gozaban de una impunidad total.

"Nuestros colegas en la zona describieron una situación de abuso y sufrimiento a una escala sorprendente. La mayoría de los rescatados dicen que sufrieron abusos, incluyendo violaciones y explotación sexual. Muchos dicen que les pegaron y obligaron a trabajar durante horas sin agua ni comida", ha señalado el portavoz de ACNUR, William Spindler.

"Entre los que han sufrido abusos a manos de los traficantes hay mujeres embarazadas y recién nacidos", ha subrayadio Mahecic, quien ha añadido que cientos de personas han sido halladas sin ropa ni zapatos, y otras cientos han explicado que no han comido durante varios días.

Niños no acompañados

El ACNUR ha revelado también la presencia de "un número preocupante de niños no acompañados y separados de sus familias, muchos de ellos en edades comprendidas entre solo unos meses y 6 años", que han perdido a sus padres en el curso del viaje hacia Libia o en los recientes combates en Sabratha.

Sabratha, que se encuentra a 150 kilómetros de la frontera con Túnez, es uno de los centros de operaciones de grupos radicales vinculados al grupo yihadista tunecino Ansar al Sharia y a la rama libia del Estado Islámico.

Durante las últimas semanas, hubo grandes enfrentamientos entre milicias libias que luchaban tanto por el control de la ciudad como contra los grupos yihadistas y contra los traficantes.

La agencia de la ONU ha reiterado su llamamiento a una acción urgente a nivel internacional para responder a la crisis en Libia, así como la apertura de nuevas vías legales para que los inmigrantes subsaharianos puedan acceder a Europa.