La salida de Reino Unido de la Unión Europea en poco más de un año modificará profundamente el panorama institucional europeo y uno de los cambios más evidentes tendrá lugar en el nuevo Parlamento Europeo. De los 751 escaños que tiene hoy en día el hemiciclo, 73 corresponden a la delegación británica, y su marcha obligará a reorganizar la casa. La propuesta aprobada por la comisión de asuntos constitucionales aboga por situar el nuevo tope en los 705 escaños, aumentar el tamaño de las delegaciones “infrarrepresentadas” como la de España, que sumaría otros cinco asientos, y crear listas transnacionales.

El informe, elaborado bajo la batuta de la polaca Danuta Hübner y el portugués Pedro Silva, sugiere la redistribución de 27 escaños entre los 14 Estados miembros que están infrarrepresentados actualmente y mantener otros 46 en reserva que podrían utilizarse para asignarlos a futuros estados miembros o a listas electorales transnacionales. Esto significa que España ganará peso en el nuevo hemiciclo que salga de las urnas en mayo del 2019 al sumar cinco escaños adicionales (de 54 a 59). El mismo aumento del que se beneficiará Francia (de 74 a 79), el otro gran beneficiado con el cambio.

Otros países que verán crecer sus delegaciones serán Italia y Holanda, con tres asientos más, e Irlanda, con dos, así como Polonia, Rumanía, Suecia, Austria, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Croacia y Estonia, que tendrán uno más cada uno. Tanto el PP como el PSE han valorado la propuesta -aprobada con 21 votos a favor y 4 en contra- porque permitirá a España “ganar peso” y “visibilidad” en las instituciones europeas.

Circunscripción europea y listas transnacionales

“España tendrá la representación que corresponde a nuestra población y recupera así la visibilidad que habíamos perdido en las instituciones europeas”, ha declarado el jefe de filas de los socialistas españoles, Ramón Jauregui, muy satisfecho con una propuesta que dejará margen de maniobra para adaptar el Parlamento Europeo a futuras ampliaciones -quedarán 16 escaños en la reserva- y que permitirá crear una circunscripción europea de la que saldrían 27 eurodiputados, aunque esto solo será posible una vez que los gobiernos europeos aprueben la nueva ley electoral europea, algo que el Partido Popular Europeo considera inviable cara a los comicios del próximo año.

“Que la ciudadanía europea tenga la posibilidad de votar una lista con candidatos de diferentes estados y que la circunscripción de estos diputados no siga siendo únicamente su estado ayudará a crear en el imaginario la importancia del interés general europeo y un sentimiento de pertenencia europea”, ha valorado el eurodiputado de ERC Josep María Terricabras. Se trata además de una vieja reclamación de diversos grupos y también de dirigentes como el presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

La última palabra, de los líderes europeos

Su portavoz ha eludido valorar este martes la propuesta y se ha limitado a avanzar que presentarán una “contribución coherente” cara a la cumbre europea del próximo 23 de febrero. Una vez que la propuesta se vote en el pleno del Parlamento Europeo de febrero se trasladará al Consejo Europeo, donde los jefes de Estado y de Gobierno tendrán la última palabra, aunque el pronunciamiento deberá ser por unanimidad. No hay fecha todavía para esta decisión, aunque el objetivo es acelerar el procedimiento y tenerlo listo cuanto antes.

Además, la comisión de asuntos constitucionales también ha aprobado un informe en el que advierte de que el futuro presidente de la Comisión Europea solo podrá ser elegido entre los candidatos de los partidos políticos europeos que se hayan presentado a las elecciones de la Eurocámara. Una medida importante, según su ponente, el español Esteban González Pons, para “democratizar” la toma de decisiones europeas, mejorar la transparencia e implicar a los europeos en el debate.