La candidata ultraderechista al Elíseo, Marine Le Pen, parece haber dado un ligero giro en su política europea para atraer a nuevos votantes en la segunda vuelta. Siempre dispuesta a criticar a la UE, Le Pen aseguró de forma inhabitual en una entrevista en TF1 que se sentía "europea", y que en ningún caso era una "adversaria de Europa".

"Yo no soy una adversaria de Europa, me siento europea. Quisiera que hubieran acuerdos entre las naciones libremente consentidos, es esta la Europa que yo quiero ver emerger y espero que Francia esté en el origen de este gran proyecto, esta bella iniciativa", señaló Le Pen el martes por la noche.

La candidata del Frente Nacional, que se enfrentará al centristaEmmanuel Macron en la segunda vuelta de las presidenciales, precisó que si fuera elegida, entablaría "negociaciones" con la UE y después sometería el resultado de estas negociaciones a referéndumen Francia.

Además de cargar contra Macron por estar a favor de "la mundialización salvaje", Le Pen -que recientemente fue recibida en Rusia por el presidente Vladímir Putin- aseguró que ella no estaría "sometida a nadie" en las relaciones internacionales.

RELACIONES PACÍFICAS

Le Pen añadió que desea tener "relaciones pacíficas con todas las naciones" del mundo, y citó los casos de Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia. "Los pueblos quieren ser respetados en su modo de vida, en su identidad", añadió.

"La única pregunta que me hago es: '¿Qué es lo bueno para Francia y los franceses? Lo que es insoportable es que tengamos la sensación de que EEUU decida y que Francia le siga", apuntó en otro momento de la entrevista en TF1.