En un momento clave para el tratado de libre comercio que la Unión Europea y Canadá pretenden cerrar en las próximas semanas (CETA, por sus siglas en inglés), un total de 70 alcaldes y representantes políticos de varios países de Europa y Canadá han firmado en Bruselas, junto a más de un centenar de organizaciones civiles, una declaración conjunta en la que piden públicamente que no se apruebe dicho acuerdo en los términos actuales.

El acto ha tenido lugar horas antes del inicio de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, en la que se hablará de la firma de este tratado que se encuentra a la espera del respaldo de Bélgica, atada a la decisión del Parlamento regional de Valonia de no apoyarlo.

Al acto celebrado frente al Parlamento Europeo ha asistido el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, quien ha asegurado que, de aprobarse el tratado, “el margen que tendríamos en los ayuntamientos para defender la economía local sería mucho mas restringido” por lo que supone “una amenaza para la soberanía municipal”.

Pisarello ha destacado las dificultades a las que se enfrentarían, según él, los gobiernos locales que quisieran priorizar en la contratación pública a pequeñas y medianas empresas así como cooperativas. Además considera que aumentaría la presión para “reducir los estándares ambientales y sociales dentro de las ciudades” lo que repercutiría en los derechos básicos de la ciudadanía.