La policía de Londres convocó ayer una reunión extraordinaria de líderes comunitarios, después de una noche con seis apuñalamientos en solo un hora y media de diferencia. Los apuñalamientos tuvieron lugar en cinco incidentes separados en el extrarradio de la capital británica, engrosando las cifras de una ola de criminalidad sin precedentes y que está copando el debate político antes de las elecciones de mayo.

Un niño de 13 años resultó gravemente herido en el barrio de Newham, este de Londres, mientras que otro adolescente, cuya edad no ha sido facilitada, sufrió heridas en Ealing, oeste de Londres. Otros dos muchachos de 15 años están hospitalizados en estado grave por un ataque que tuvo lugar en Mile End, este de la capital británica, en tanto que el quinto herido es un adolescente de 16 años, que sufrió lesiones también en ese barrio.

Con estos incidentes, los casos de violencia se incrementan y coinciden con las vacaciones escolares por la Pascua en el Reino Unido, que se prolongan por unas tres semanas (hasta mediados de abril).

Por primera en la historia reciente, en febrero y en marzo, la tasa de asesinatos en Londres (37) fue más alta que en Nueva York (32). La mayor parte son apuñalamientos. Según datos policiales, se trata con frecuencia de chicos y chicas negros que suelen formar parte de pandillas callejeras rivales.

La jefa de la policía de Londres, Cressida Dick, quiso transmitir un mensaje de tranquilidad, señalando que Londres es una ciudad segura y restando magnitud a los homicidios. «No estoy contenta, pero esto no es la gran epidemia de la que gente habla», afirmó.

El jueves, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, negó a los medios de comunicación que la policía haya «perdido el control» de la situación, después de que el lunes por la noche una chica de 17 años muriera tiroteada en el barrio de Tottenham.

LAS REDES SOCIALES / Cressida Dick ha acusado esta semana a las redes sociales de normalizar la violencia entre los más jóvenes y azuzar los deseos de revancha cuando ocurre un incidente, a veces nimio. Instagram, Youtube y Snapchat son utilizados para organizar ataques de los pandilleros por el control del tráfico de drogas. Las redes sociales «hacen más difícil que la gente se calme», señaló Dick al diario The Times.

La primera ministra, Theresa May, ha recibido varias críticas por esta ola de asesinatos, ya que la oposición laborista le reprocha los recortes policiales, consecuencia de sus políticas de austeridad. En las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 3 de mayo, los conservadores se preparan para su peor resultado en la capital británica en décadas.

«Londres debe tratar los crímenes violentos como una enfermedad», ha advertido la diputada por Croydon Central, Sarah Jones, quien preside un grupo en el Parlamento británico dedicado al problema de la proliferación de delitos con arma blanca.