El Congreso Nacional Africano (CNA) utilizará su mayoría absoluta en el Parlamento sudafricano para llevar adelante una reforma constitucional que permita expropiar sin indemnización las tierras de aquellos propietarios blancos que se beneficiaron de las leyes racistas del pasado para obtener sus terrenos. Así lo anunció, después de meses de mensajes contradictorios, el presidente del partido y de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en una intempestiva declaración la semana pasada que ha provocado la caída del rand respecto al dólar y aumenta la inquietud de la clase empresarial y los críticos con la reforma.

Con votos del CNA y del partido revolucionario y nacionalista negro Combatientes por la Libertad Económica, el Parlamento decidió en febrero evaluar un cambio de las leyes de propiedad para permitir las expropiaciones sin indemnización. El comité debe tomar una decisión tras finalizar las tensas consultas ciudadanas que siguen celebrándose sobre el tema.

«El CNA llevará a cabo, a través del proceso parlamentario, la reforma de la Constitución propuesta para dejar claras las condiciones en las que la expropiación de tierras sin compensación puede efectuarse», declaró Ramaphosa. El líder de la oposición, Mmusi Maimane, de la liberal Alianza Democrática, afirmó que el anuncio «contribuye a la desconfianza en la economía». «Es otro golpe más a los casi diez millones de desempleados sudafricanos», remachó Maimane. El Fondo Monetario Internacional ha alertado de la incertidumbre sobre el derecho a la propiedad en Sudáfrica por el debate sobre las expropiaciones, que está minando la confianza en una economía estancada que necesita inversiones extranjeras.

El debate sobre la tierra es motivo de pasiones enconadas en Sudáfrica, donde la mayoría negra se reclama su dueña legítima y ve en el control blanco sobre los terrenos agrícolas un símbolo de la marginación que ha sufrido durante siglos.